Amor de verano en Noosa Shire [#1]

Mediados de agosto

Mar

A veces era bueno estar más tiempo con todos que solo nosotros dos juntos, ya sabes, para no agobiarnos al estar todo el día pegados como dos chicles.

Quedaban menos de dos semanas para que se acabasen estos dos meses aquí en el campamento,

joder, se me había pasado volando.

Era un 14 de agosto.

Pasamos el día tranquilos, ya que la noche anterior llovió fuerte, y digamos que la lluvia y yo no teníamos muy buena amistad, lo que significaba que había sido una de mis peores noches aquí en el campamento.

Estábamos todos en el sofá, yo tocando la guitarra, y los demás escuchando y cantando, comimos perritos calientes, los cuales Mateo y Olivia prepararon con mucho amor.

Aunque no nos lo quisieran decir, se notaba que se gustaban, era más que obvio que había algo más que una relación de monitor y chica de campamento.

El día se aclaró un poco así que mientras los demás dormían, Samuel y yo fuimos a hacer surf.

Surfeamos una hora y nos sentamos, como siempre, en las tablas y en silencio, disfrutando de las vistas.

—¿Qué harás cuando el campamento acabe?—Dijo interrumpiendo ese silencio.

—No lo sé, pero prefiero pensar en el ahora, para no perderme nada de lo que mañana pueda arrepentirme...

Me sonrió y no dijo nada más, nos quedamos en silencio.

¿Le había molestado mi respuesta por eso se había quedado callado?

Me quedé toda la tarde pensando en su respuesta.

Cuando ya oscureció volvimos al campamento, hicimos una fiesta de espuma, la cual me caí muchas veces por culpa de la espumita, aunque en verdad era inevitable no caerse, todos nos caímos mucho a lo largo de la noche.

Estuvimos riendo, bailando, saltando todo el rato.

Pusieron una de mis canciones favoritas "Kiwi" de Harry Styles, la canté y bailé como una loca, Harry me había salvado, escuchar su música hacía que todos mis problemas desaparecieran, lo amaba mucho.

Cuando acabó la fiesta eran las 22:30 más o menos, la tuvimos que acabar antes para limpiar la espuma la cual tardamos media horita buena, nos duchamos, cuando salimos de las duchas, fui al porche como de costumbre, ya que los demás se habían ido ya a dormir.

Sin saberlo lo iba a cambiar todo.