Amor de verano en Noosa Shire [#1]

15 de agosto

Samuel

Esa noche antes de ir al porche con ella, me hicieron una llamada, fue mi hermano mayor Axel, sabía que nada bueno sería, ya que mi hermano nunca me llama, le cogí el teléfono y me empezó a chillar desde la otra línea, así que me fui fuera.

Si hubiese sabido lo que conllevaba coger esa llamada... No la hubiese cogido en mi vida.

—¿Qué estás enrollado con una de 16? Habla antes de que me enfurezca más...

Cogí aire, nervioso me toqué el pelo, "no, ahora no" pensé.

—Si... —Pude decir al fin

—¿Qué mierda te pasa Samu? Que tiene 16 años, que, aunque esté buenísima, tiene mentalidad de niña joder, que vas a hacer 19 este año.

—...

—Joder Samu, joder no...

—...

—Si de verdad la quieres la dejarás. —hizo una pausa —Tienes que buscar gente de tu edad joder, no de dos casi tres años menos por el amor de Dios, porque sabes perfectamente que no estáis en el mismo punto.

—No me digas esto... Porque sabes que no la dejaré ir...

—Entonces no la quieres tanto.

Se calló y me colgó, necesitaba respirar, no podía seguir allí, así que cogí el coche sin decir nada, sin decirle nada a ella, eso sí que me dolió, ocultarle las cosas.

Notaba como se me estaba cayendo el mundo encima, las palabras de mi hermano retumbaban por mi cabeza en bucle...

"Si de verdad la quieres la dejarás... tienesque buscar gente de tu edad joder, bla-bla-bla" "¿Y si tenía razón? ¿Y si cuando saliéramos del campamento nada sería igual?" no paraba de cuestionarme con ese "y si" esas dos putas palabras me estaban matando por dentro.

Una vez dentro del coche, pisé el gas y fui lo más lejos posible, lejos de todos, no quería ver a nadie, mentira, a ella sí que la quería ver, quería abrazarla, besarla, oler su pelo, decirle que me he enamorado de ella, y que la quería tanto...

Pero no lo hice, como persona manipulable y cobarde que soy.

Llegué al acantilado, a tu lugar mamá, empecé a llorar y a llorar, porque en el fondo sabía que Axel tenía razón, le ganaba de dos casi tres años, pero joder... También tenía claro que la amaba con toda mi alma y que no me perdonaría nunca hacerle daño... No otra vez...

"¿Por qué no había caído antes?" Me habría ahorrado enamorarme de ella, pero qué coño decía, eso era imposible, me habría enamorado de ella de todas maneras, si la hubiese conocido en el gimnasio, haciendo surf, en la universidad, porque ella era todo lo que había buscado toda mi vida.

Debían ser las 2 de la madrugada cuando volví al campamento, aparqué el coche, me debió escuchar porque salió al garaje a buscarme.

"No rubita no, porque no estás durmiendo joder..." Pensé mientras me pasaba la mano por el pelo.

—¿Dónde estabas? Estaba muy preocupada por ti... —Me dijo con sus ojitos, esos ojitos que me gustaban tanto...

—No puedo seguir con lo "nuestro"

Se quedó petrificada.

—¿Perdón?

Algo dentro de mí se rompió al escuchar quebrarse su voz...

—Eres una niña joder... Tienes 16 años y yo haré 19 este año, no se puede, qué aunque estés buenísima sigues teniendo dos, casi tres años menos que yo... No estamos en el mismo punto...

Y así como un puto casete reproduje sin pensar lo que mi hermano me había dicho hacía media hora.

—¿Qué es que de repente la edad te importa?

—Ahora... Sí...

—Pero bien que cuando querías follar no te importaba... Todos sois iguales...

—...

Nunca me ha importado la edad, Mar, no desde que te conocí.

—No te puedo creer Samuel...

No sabía que decirle, bueno si sabía que decirle, pero no podía, estaba petrificado y confuso, muy confuso, por mi hermano, la situación, la llamada y mis sentimientos.

Claro que podía funcionar lo nuestro, porque nos queremos mutuamente y nos respetamos, así que no sabía por qué cojones le había hecho caso a mi hermano,

mentira si lo sabía, me había dado una buena hostia con la realidad.

—Ojalá algún día sepas querer a alguien de

verdad...

—Entonces no la debía querer tanto como

pensaba.

"Mierda, mierda..." Pensé.

—No te vuelvas a acercar a mi Samuel. —Dijo con un suspiro antes de irse.

Pero tarde, la vi irse, cada paso que se alejaba de mí, más me rompía por dentro.

Y en ese momento, supe que la perdí, que la había perdido para siempre, también supe que la fecha del 14 y 15 de agosto se me iba a quedar tatuar completamente en el corazón.

Llamé a Axel por teléfono.

—¿Qué quieres?

—Ya está, ¿contento?

—Has hecho lo mejor, tarde o temprano te darás cuenta...

—Vete a la mierda tú y Mateo, porque te has enterado por él, ¿verdad?

Me colgó.

"Tarde o temprano te darás cuenta" repetí en mi mente, y si ¿al final tenía razón?

Cogí mi tabla y fui a hacer surf, me caí, me volví a caer, no era el mismo, faltaba ella a mi lado, así que hice lo que solíamos hacer juntos, me senté y vi como amanecía, pero esta vez lo hice solo.

Acababa de romper algo tan bonito, y que nos había costado tanto, que me iba a arrepentir toda mi vida, de cómo la había dejado de rota a ella, la chica que me había hecho ver la vida de otra manera...