Pensamientos

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Samuel

Su cara fue un cuadro cuando se tuvo que sentar a mi lado en el autocar, me levanté y la dejé pasar a la ventanilla, porque si estaba allí sentada se mareaba menos, y era en esas circunstancias lo mínimo que podía hacer.

Aunque ni nos miráramos a la cara, yo ya estaba muy nervioso, al mirarla me había dado cuenta de lo que había perdido por "mi hermano" solo quería decirle que la amo, que echo de menos su pelo, su mano por mi mejilla...

Llevábamos ya una hora cuando vi que apoyó la cabeza en mi hombro, me puse todavía más nervioso de lo que ya estaba,

mi angelito se había dormido, no quería molestarla, pero sentí la necesidad de acariciarle el pelo de nuevo, y lo hice, temblando le acaricié el pelo y eso hizo que se acurrucara más a mí.

Al final me dormí yo también, con mi cabeza apoyada a la suya, consecuencia de llevar varios días sin dormir... Estuvimos nuestras cinco horas dormidos, nos despertó mi hermano, habíamos llegado al hostal, ella se despertó primero y me miró alucinada...

—¿Qué ha pasado?

—Te has dormido, bueno nos hemos dormido...—Dije medio balbuceando

—Esto no ha tenido que pasar, yo...

Salió medio corriendo del autocar junto con sus cosas, "joder rubita..." Pensé,

miré a mi hermano y me sonrió...

—Ya verás que cuando salgáis de aquí y lo aclaréis todo, acabaréis juntos, ya solo queda una semanita...

Una semanita...

—Tengo mucho miedo...

—Búscala fuera, no hagas el imbécil... Que nos conocemos...

Seguía teniendo mis dudas en sí buscarla fuera o no, una parte de mí si lo iba a hacer, buscarla hasta encontrarla, decirle todo lo que realmente pasó y lo que siento, otra parte me decía que no, que demasiado le había hecho, como para volver a removerlo todo. Necesitaba tiempo.

Y esa era mi lucha constante desde ese día...

Llegamos al hostal y repartieron las habitaciones, aunque bueno, mejor dicho, fue chicos juntos y chicas juntas, para resumir, vaya.

Deshice la bolsa, y esperé al resto para ir a comer, ya que desde que habíamos salido hasta llegar ya eran las 14.

Salimos al pasillo y esperamos a las chicas, la última, como siempre era ella.

"Es que no podía ser otra..." Pensé mientras sonreía mentalmente.

Amor de verano en Noosa Shire [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora