Mar
Empecé a hacer triste la maleta cuándo mi madre tocó la puerta, mañana me iba de campamento de verano, sí, con casi diecisiete años me seguía yendo a campamentos de verano como si tuviera diez años, pero en fin, mi madre me seguía viendo como una cría.
—Cariño... ¿Estás bien?
No quería que me viese llorar, así que disimuladamente me sequé las lágrimas y me giré hacía ella.
—Sí, estoy bien.
—¿Qué pasa Mar? ¿Por qué lloras cariño?
—Pues mamá, que con dieciséis años me metas a un campamento dos meses, lejos de mis amigos, ahora que empezaba a todo a ir sobre ruedas, además para estar con niños mucho más pequeños que yo... Me podría quedar en casa perfectamente.
—¿Quién ha dicho que iban a ser más pequeños que tu listilla? Y además no es un campamento solo de juegos de niños pequeños, como tú dices, ya lo verás...
—... "No lo entenderías mamá" —pensé
—Anda vete a dormir ya, que mañana hay que levantarse pronto...
Mi madre salió del cuarto, puse la alarma para mañana despertarme, "no vaya a ser que para colmo llegue tarde y todo se ponga peor" pensé.
Dejé el móvil encima de la mesita de noche y me acosté.
Al día siguiente.
Apagué la alarma con pereza, "son las 8 de la mañana" pensé mientras me levantaba, mi madre ya estaba en la habitación con el chip puesto de, enseguida que me levantase cambiar las sábanas, como si cuando volviese dos meses después olieran mal, pero, en fin, cosas de madres...
—Venga, remugona, levanta, baja ya a desayunar y deja el móvil.
Demasiado había tardado en mencionar a mi mejor amigo el móvil, abrió las cortinas y no tardó en quitar las sábanas, después salió del cuarto.
Bajé con menos energía que un muerto a desayunar, le di los buenos días a mi padre, y me senté a desayunar con él, planteándome el por qué le insinúe a mi madre lo del nuevo campamento, así que nada, allí estaba, asumiendo las consecuencias por lista.
"La próxima vez te metes el bollo en la boca en vez de mencionar ningún campamento..."Pensé mirando la hora que era y maldiciéndome una vez más el haberle mencionado lo del nuevo campamento.
Aunque bueno, lo único positivo era que este año, después de toda una vida, no veré a esas brujas que te hacían los meses ahí imposibles, porque efectivamente, yo era una de las que me hacían la vida imposible.
—Papá, dile que me deje quedarme
porfa...—Intenté por milésima vez...—Cariño, hemos pagado un dineral para que vayas dos meses a este campamento, hazlo por nosotros por favor...
Acabé de desayunar con la mirada hacia abajo, subí a cambiarme, ya que todavía iba en pijama.
—Mamá ya estoy...
—Despídete de tu padre que cojo las llaves y nos vamos.
—Adiós papi...
—Adiós cariño, te echaré de menos...
—George rey, acuérdate de hacer la cama de Mar, las sábanas ya las he puesto en la lavadora.
—Vale cariño, y daros prisa que llegaréis tarde...
Cogí las llaves y salimos de casa, metí la gran maleta en el coche y me senté en el asiento de copiloto, pusimos nuestro disco favorito de Harry Styles, Fine Line, de forma de despedida hasta dentro de dos meses... Aunque en el fondo sabía que tenía razón, un cambio de aires durante un tiempo no iba mal...
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Amor de verano en Noosa Shire [#1]
RomanceMar es una chica de dieciséis años que desde que era un moco va yendo al mismo campamento de verano. En una de estas, antes de volver a ir, le comenta a su madre que hay uno nuevo... A ver si cuela, spoiler: a Mar le cuela. Nada más pasan los prime...