Secret Love~ Changlix

TWELVE

Felix no sabía si contestar o no. En la pantalla se veía el ícono del teléfono vibrando junto a dos botones, uno verde a su izquierda y otro rojo a su derecha, mientras él dudaba si responder o no.
Deslizó su dedo lentamente y apretó el botón verde.

-¿Hyung?- dijo con voz temblorosa.

-Hola Lix.- sonrió apenas detrás de la línea.- ¿Cómo estás?

-Am... bien, gracias.- murmuró con el ceño fruncido. Iba a preguntar ¿Y tú? Pero aquellas palabras no pudieron salir de su boca.

-Que bien.- dijo con un agradable tono.- Quería preguntarte si estabas libre.

Felix sintió su corazón y pulso acelerarse. ¿Había escuchado bien o ya se había vuelto loco?

-Hyung...- pausó unos segundos.- ¿Es buena idea?- preguntó con un poco de miedo.

-Confía en mi.- sonrió apenas.- Dime cuando estés libre, te llevaré a un lugar especial.

-Changbin...- reaccionó tarde cuando su mayor le colgó la llamada.

Felix quitó el teléfono de su oreja y se quedó viendo un momento la pantalla. Suspiró y se quejó, estaba a punto de cometer una locura.

La mejor locura de su vida.

.

Unas cuantas horas luego, salió al patio y le dejó a Max su alimento diario. Lo saludó y se fue a la parada de bus que lo llevaría a una plaza donde se encontraría con Seo ese mismo día, arreglado anteriormente.

Bajó unos veintidós minutos después y se fue a la plaza a esperarlo. Le dijo que esperaría en la fuente principal justo al lado del área de los juegos. No había mucha gente y agradecía por ello, amaba la soledad y agradeció más que nada por la ausencia de los niños gritando.

A menos de diez minutos, Changbin apareció. Él le sonrió mientras Felix hizo una mueca intentando sonreír.

-Hola Lix.- hizo una reverencia.

-Hola hyung.- saludó, devolviendo el gesto. Mantenía un poco el ceño fruncido por la luz del sol golpeándole en la cara.- Bien, ¿Qué haremos hoy?

Seo sonrió ante el raro gesto de su menor.

-Quiero llevarte a un lugar. Ven, sígueme.- le pidió.

El mayor comenzó a caminar tranquilo mientras que el pecoso iba algo desconfiado, pero al final terminó por seguirle.

Caminaron un largo rato en silencio. A ninguno se le ocurría algo que decir y solo lograban hacer un ambiente incómodo.

-Changbin... ¿A dónde vamos?- preguntó dudoso de seguir caminando.

-Confía en mi, Lixie.- fue lo único que dijo.

Felix iba a protestar pero ante la agarrada de brazo que recibió lo único que pudo mostrar fue su rostro rojizo.
Changbin intentó ignorarlo para evitar sentirlo incómodo, pero rió apenas porque a su vista era adorable.

Unos cuantos minutos luego, llegaron a aquel alto edificio con el letrero color azul al que Changbin lo había llevado.

Entraron por detrás y pasaron a escondidas de todos entre los pasillos desiertos. Felix miraba curioso, había tantos posters con los grupos que formaban aquella empresa a lo lejos. Twice, Day6, 3racha, Got7, el grupo favorito de Jeongin, si hubiera estado allí, sus gritos se oirían hasta en Australia.
Miraba con ojos expectantes como niño curioso que no lograba captar lo que ocurría allí mismo.