NINETEEN

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El vuelvo a Estados Unidos fue rápido para su gusto. Apenas subió al avión, cerró sus ojos y se quedó dormido, al abrirlos ya estaban en otro país. Habían llegado sanos y salvos a Atlanta.

Fueron hasta el hotel a comer algo y luego dormir un poco para luego ensayar toda la tarde y a la noche siguiente tener el concierto allí.

Seo vio su calendario en el teléfono y se sorprendió con solo leer las ciudades del país donde se iban a presentar: Atlanta, Miami, Nueva York, Florida y California. Pensaba que solo irían a la ciudad central y estarían fuera del país durante una semana.

Estaba totalmente equivocado.

Se quedó parado en el medio de la habitación mirando el calendario con su bolso a su lado. Sus compañeros subieron sus bolsos y se encerraron en ese mismo cuarto. Al ver a Seo ahí parado, decidieron molestarlo como buenos amigos.

—Últimamente estás distraído, ¿Qué ocurre?— preguntó Bang mientras se estiraba de costado mirándolo fijamente.

—¿Eh? Nada.— guardó su teléfono en el bolsillo.

—No sabes mentir.— sonrió Han imitando la posición de Bang.

—Que pesados son.— rio.

Los chicos empujaron a Changbin a una cama y se tiraron encima de él. Empezaron a golpearse suavemente y a hacerse cosquillas mientras se reían a carcajadas.

—¡Bájense!— carcajeó Seo.— ¡Mi teléfono!— gritó con dificultad mientras intentaba hacer que se bajaran y sacar su celular del bolsillo.

Los chicos bajaron y vieron a Seo poner el teléfono a un lado de la cama, corroborando que no se haya roto.

—¿Listo?— preguntó Han para volverse a tirar en él y seguido de Chan.

—¡Bájense!— hizo fuerza y terminó tirando a los chicos al suelo.

Chan y Jisung quedaron en el suelo mientras reían y tenían el cabello desordenado. Changbin los miró y rió un poco mientras acomodaba su ropa y se sentaba en la cama.

—Que bien, te reíste.— mencionó el líder.

—Ni que fuera aburrido, Chan.

—Hyung...

Seo le tiró una almohada al menor. Bang rió viéndolo con sus ojos cerrados y su boca semiabierta.

Luego de sus juegos amistosos, la puerta fue tocada. Su manager había entrado a la habitación.

—Chicos, es hora de comer y luego los acompaño a salir. Vamos.— les ordenó.

Los chicos juntaron las almohadas y se levantaron el suelo, dejándolas en la cama nuevamente. Salieron del cuarto y fueron detrás de su manager para ir a comer algo.

A esa hora en el hotel no había muchas personas, la mayoría eran personas grandes, por lo que no había peligro de que acosaran al grupo. En parte, el hotel puso una serie de reglas luego de un incidente con otro artista, esto implicaba nada de fotos, de videos y una restricción hacia los chicos. Nadie podía acercarse a ellos y debían estar a diez metros de distancia.

Comieron como dioses. No recordaban una buena comida desde que entraron a la agencia y por esas estrictas dietas y reglas que les eran impuestas todos los días durante el año entero. Por ese día ellos podían comer cuanto quisieran, luego el personal les limitaría lo que debían ingerir.

Una hora luego, a las 16:00 pm, decidieron salir a caminar un rato. Pasearon por los parques y unas tiendas a comprar cosas bonitas. De paso, sacaban fotos, grababan y los camarógrafos capturaban el momento para los blogs del grupo.

Secret Love~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora