SEVENTEEN

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Los chicos estaban durmiendo hasta altas horas de la mañana. Increíblemente, Lim se despertó a las once mientras que los otros dos chicos estaban roncando en su quinto sueño.

Se despertó lentamente y se levantó del colchón. Miró la hora y notó que se le hacía tarde, él tenía que ir a su casa a terminar una tarea, cocinar, cuidar de Max y la casa, entre otras cosas. Luego a la noche tendría la salida con Changbin.

Buscó su mochila y su teléfono, juntó sus cosas y salió del cuarto con sumo silencio.
Pasó al baño a lavarse los dientes y la cara, de paso se pondría su ropa para salir y no estar en pijama. Estuvo ahí dentro unos seis minutos y luego se dirigió por el pasillo hasta la cocina donde estaba el menor desayunando solo.

-Hola hyung.- sonrió Jeongin mientras comía un poco de cereal y miraba la tele.

-Hola innie.- sonrió apenas y saludó. Se fue encaminando hasta la puerta.

-¿Quieres desayunar algo, Lixie?- preguntó amable la madre de Hyunjin mientras salía de la cocina.

-Se lo agradezco mucho, pero debo irme ahora.- le agradeció y volvió a sonreir.

-Cuídate ¿Si? Nos vemos pronto.- le saludó amable. Lim le correspondió al saludo y se retiró de la casa.

Minutos luego, los amigos de Felix recién estaban queriendo despertarse. Lastimosamente él ya había partido a su casa gracias a que agarró el bus a tiempo.

Felix tenía su ropa del día anterior, de paso se había colocado su tapabocas negro para no mostrar tanto su cara hinchada.
Evitó agarrar su teléfono, aunque ya eran casi las doce, el evitaba usarlo apenas se despertaba.

Tiró su cabeza hacia atrás del asiento y la giró hacia su izquierda viendo la vista de la ciudad siendo azotada por el sol de otoño. Su mente estaba en blanco y sus ganas de hacer algo eran 100% nulas, por lo que tal vez ese día no haría nada y esperaría a la noche para salir con Seo.

Llegó a su casa unos quince minutos luego, lo primero que vio fue la furiosa mirada de su padre. No iba dirigida a él, estaba hablando por teléfono y pensó que discutía con alguien.

-Cuando llegue, hablaremos.- terminó por decir cuando colgó el teléfono con fuerza. Luego de soltar un largo suspiro, se dirigió al menor.- ¿Tu donde mierda estabas?

Felix soltó una risa sarcástica y subió a su cuarto para dejar sus cosas, ignorándolo por completo. Desde la planta baja pudo escuchar otro grito que lo dejó paralizado.

-¡Anoche te fuiste y no cerraste la puerta corrediza!- gritó furioso.- ¡Si no fuera por la vecina, nos hubieran robado y tu perro moría!

Felix se quedó parado en su lugar sintiendo su piel erizada, unas leves lágrimas querer formarse y su nariz picar. Pensó en una escena donde si le hacían daño a su mascota, quedaría con el cargo de conciencia más grande de su vida.

Jaebum subió un poco las escaleras para corroborar que le haya escuchado. Al ver al menor en la punta del último escalón tieso, supo que si le escuchó y le afectó.

-Perdón.- dijo seco y siguió su camino. Aunque sonaba frío, por dentro estaba blando a punto de llorar como bebé por su amigo Max.

Fue al baño a hacer sus cosas y luego a su cuarto para buscar ropa. Esperó a que su padre se fuera así podía bañarse tranquilo y sin interrupciones porque, conociendo a su papá, siempre lo interrumpía cuando quería ir al baño y era una lucha hacer algo adentro sin hacerlo entrecortado.

Su padre se fue una hora luego y Felix tenía su casa sola.
Se bañó, entró a Max y cocinó para él mismo. Se hizo unos huevos revueltos con un poco de carne en la plancha. Le compartió un poco a Max y le dejó que comiera los huesos afuera.

Secret Love~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora