TWENTY TWO

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Luego de un largo día de viaje, por fin estaban en Busan. Apenas llegaron, Minho bajó del auto y salió corriendo al interior de la casa de su madre mientras se dirigía al baño, por otro lado Felix miraba a su amigo con una ceja levantada y su mochila en mano.

Bajó sus cosas y cerró la puerta del auto donde Minhyuk seguía sentado, no se bajaría a saludar a su ex esposa ni muerto.
Mientras tanto, Seungwan miraba desde la puerta con una sonrisa al amigo de su hijo.

—Que gusto volver a verte Felix, estás tan grande y guapo.— le sonrió y abrazó fuertemente.

—El gusto es mío Seungwan.— sonrió sin separar los labios correspondiendo al abrazo.

Minhyuk se fue y todos se adentraron a la casa. Seungwan cerró la puerta y justo Minho caminaba lentamente al living saliendo del baño mientras lanzaba un suspiro.

—Que bien sentirse libre...— sonrió entrecerrando sus ojos. Su madre le dio un leve golpe en el brazo mientras reía apenas.

—Lleva a Felix a tu cuarto y ayúdalo con sus cosas.— le ordenó a Lee.

Ambos juntaron sus pertenencias y fueron al cuarto del chico. Al entrar, Lim vio que era aun más diminuto que su casa en Seul, aunque más acogedor. Era pequeño con una litera al costado junto a la puerta, tenía un pequeño escritorio frente a la cama y una ventana en el otro extremo. Tenía una cajonera al lado del escritorio y una media pared con un asiento frente a la ventana.

Podía ser pequeño y algo acumulado a comparación de su otra casa, pero si era algo que a ambos le gustaba y fascinaba: un cuarto diminuto.

—Oye...— le llamó mientras tiraba su mochila al costado de la cama. Lim lo miró atento.— ¿Qué harás con tu perro? No lo verás en días.

—Le pedí a mi vecina que lo cuidara. Ella adora los perros.— le calmó a Lee quien ya miraba con una rara expresión a su menor.

Ambos chicos se dispusieron a ordenar sus cosas y elegir una cama mientras hablaban un poco de cualquier cosa. Lim eligió la de arriba puesto que era más calmo para dormir que Lee y no quería escuchar como él bajaba dando saltos a mitad de la noche. Además, tenía miedo que se cayera la cama encima.

Luego, Seungwan los llamó a almorzar. Ambos fueron a la cocina y se dispusieron a comer mientras hablaban con la madre del mayor sobre la escuela y planes futuros para la universidad.

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—¿Estás seguro que puedes? Te doblaste muy feo el tobillo.— miraba Han al mayor con una ceja alzada. Bang estaba sentado mientras tenía su pierna izquierda extendida y tenía un hielo en el tobillo.

—Si, no te preocupes, usaré mi voz no mis piernas.— burló. Han le hizo un gesto como si le fuera a golpear.

De la nada, se adentró a la sala Seo mientras tenía un pañuelo en su mano y tosía un poco.

—¿Hay algún hyung que no esté lisiado?— preguntó sarcástico el menor a ver en un leve mal estado a sus compañeros.

—Cállate, no es grave.— sonó su nariz el más bajo.

Mientras los tres estaban en la sala, el manager entró para cambiar el hielo a Bang. Los chicos se quedaban en silencio analizando las acciones del mayor.

—Oigan, ¿creen poder presentarse así?— preguntó el mayor mirando a los chicos uno por uno.

—Es el último show, sobreviviremos mañana a la noche.— mencionó el líder.

Secret Love~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora