Capítulo 13

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Tony hoy se había despertado feliz, un tanto inquieto de que su amigo no hubiera regresado ayer a ver la película que le había pedido buscar y tampoco haber llegado a dormir como los días anteriores, pero aún así, prefirió no malinterpretar nada y tranquilizarse, tomando todo con calma al estar de tan buen humor, haciendo primero que nada, desayunar y posteriormente contarle todo a Loki, que como siempre lo único que dijo fue, «Por fin, ya te estabas tardando, ¿no lo crees?».

Y ya ni hablar de la cara que puso cuando se enteró de que Tony le había dejado las cosas más que claras a Steve, y no sólo eso, sino que incluso le había dicho que quería a Stephen, lo cuál él hechicero consideraba como un gran paso.

El era tranquilo, después del desayuno sólo hubo tensión que Tony decidió verla como paz, una paz incómoda, pero afín de cuentas, paz.

Claro que todo eso fue irrumpido cuando alguien llamó a la puerta, siendo Tony quien fue a abrir al ver a Wong tan ocupado, topándose con la sorpresa de ver a la ex prometida de su amigo y actual mejor amiga.

—¿Christine?

—¿Tony? ¿Qué haces aquí?—preguntó con una sonrisa antes de entrar y abrazarlo—. Stephen no me dijo que estabas aquí.

—Y a mí no me dijo que vendrías.

—Yo tampoco lo sabía, hasta hoy en la mañana—comentó comenzado a caminar con el lugar.

—¿Y por qué hasta la mañana?

—ah, bueno, porque...

—Christine—la voz de Strange resonó por todo el lugar capturando la atención de los presentes que voltearon a verlo para encontrarlo vestido como un ciudadano normal—, que bueno que llegaste, ¿nos vamos?

—ah claro, supongo que sí—murmuró un tanto confundida al ver la cara de trasnochado de su amigo y como evitaba la mirada de su amigo a toda costa, pero no por vergüenza, sino por dolor—. Bueno, fue bueno verte Tony, lamento retirarme tan rápido, pero debemos ver unos asuntos, nos vemos después.

—Hasta luego—se despidió en un murmullo mientras Vicent pasaba por completo de él, extrañado por su actitud, pero prefirió no engancharse con eso y creer que quizás su amigo tenía prisa.

Suspiró y se retiró a la sala, dejándose caer sobre uno de los sillones, tomando su celular mientras comenzaba a revisar cualquier cosa para hacer que el tiempo pasará más rápido de lo usual, removiendose en su sitio hasta que la presencia del otro hechicero hizo presencia.

—¡Hey, Beyonce!—le saludo, a lo que él asiático correspondió con un gesto—. ¿Por qué todos están tan serios hoy?

—Bueno, yo no he dormido lo suficiente por culpa de Strange y él... No tengo idea de él porque de su mal humor, ayer en la tarde se encerró en la biblioteca y no dejó que nadie entrará, aplicando un hechizo de silencio y sellando todas las entradas.

—¿Y eso a qué hora fue?

—Cómo a las seis y media—respondió intentando precisar el dato.

—¿Sabés el por qué?

—Sí lo supiera ya te lo hubiera dicho—respondió—, sin embargo, no tengo ni la más mínima idea del porqué en su cambio de humor tan radical.

—¿Crees que sea por Christine o...?

—Lo dudo, jamás se pone así, ni siquiera cuando se a peleado con ella—afirmó con extrema seguridad—. Además, a penas llegamos del Karma-taj y estaba de buen humor, pero sólo transcurrió la tarde y cambió totalmente, incluso hoy en la mañana evitó hablar a toda costa y sólo me informó que saldría a ver unos asuntos con su amiga y que después volvería, para que me fuera al santuario de Hong Kong o al Karma-taj para vera los estudiantes.

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