Love With U (Gay)

Capítulo 24

-Diego-

Llego a mi casa con lágrimas en los ojos.

Todo esto sucedió por culpa del idiota de Óscar y su maldita atracción hacia mi.

"Te odio Oscar" pienso "Te odio con todo el corazón"

Mis padres no están, de nuevo. Y Fabian ahora esta con los abuelos.

Me siento en el sofá y las lágrimas ahora salen como río por mis ojos.

Todo vuelve a reproducirse en mi mente:

Iñaki golpeandome en el rostro con su puño y sus palabras que me lastimaron hasta más no poder.

Mi miedo y mi sospecha era real. Iñaki vio lo que sucedió en el baño del centro comercial. 

Paso mis manos por mi rostro, y no paro de llorar, me levanto del sofa y pateo uno de los sillones, lleno de coraje y enojo con Óscar. Y de dolor por la reacción correcta de Iñaki.

Recuerdo su rostro lleno de dolor y furia, y el corazón se me va despedazando poco a poco.

Me levanto y me voy a la cocina. Necesito tomar agua para calmarme. Encuentro un vaso en la alacena y lo saco. Miro una de las vitrinas de la cocina. Una que tiene unas veinte botellas de alcohol de varios tipos: coñak, whiskey, vino, entre otros. 

Dejo el vaso en la meseta de la cocina y me dirijo a la vitrina de los alcoholes. Saco una botella de ron y la destapo. Sin pensarlo, doy un trago directo de la botella. 

Siento como me quema la garganta. Hago una mueca por la quemasón, pero después vuelvo a darle otro trago. 

A pesar de que su sabor quema, me hace sentir bien en estos momentos.

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-Iñaki-

-¿Puedes ir por el Olaf y por algunas de mis cosas en la casa?- le pregunto a Yago.

-Claro que sí, Ñaki- me dice con una media sonrisa.

Estoy en el cuarto de Blas. Que está lleno de instrumentos musicaless. Siempre me ha encantado este espacio, y en estos momentos me transmite tranquilidad.

Le doy la llave de la casa a Yago y le pido que me traiga varios juegos de ropa, a Olaf y sus cosas. Yago no regatea ni se queja, sólo se despine a tomar la llave e irse a la casa.

-Ya no hay nadie- me dice Blas -¿Vas a decir que sucede con Diego?- me pregunta.

Lo miro con seriedad. No tengo ganas de hablar de eso. 

-¿Se pelearon?- insiste -¿Te hizo algo?

No le contesto. Saco mi móvil y veo la barra de notificaciones. Tengo mensajes de Nora, Mario y Cristel. Todos preguntandome lo del suceso de hace rato. Los deje en el tan famoso y cruel "visto" y apagué mi móvil.

-¿No vas a hablar?- me pregunta Blas.

-Vaya, hasta que te diste cuenta- respondo con mi tono sacarrón de voz.

-Esta bien, entiendo- me dice 

-Gracias- le digo con una sonrisa.

Blas me pasa el control de la televisión que tiene en su habitación y sale del mismo para dirigirse a la cocina y preparar algo de comer. 

Pasan los minutos y escucho el inconfundible ladrido de Olaf. Cada vez se escucha más cerca, hasta que Yago y el perro aparecen en la puerta de la habitación. Olaf tiene la mirada fija enYago, ladrandole sin cansancio.