Capítulo 28

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>Iñaki.

Es viernes.

El cielo se ha nublado casi por completo, dejando una muy baja iluminación natural.

Enciendo la luz de mi habitación. Rebusco en mi armario ropa para ponerme e ir a la escuela.

Tomo una ducha de agua caliente me arreglo y bajo a tomar el desayuno.

Olaf me recibe moviendo la colita, lo abrazo y le doy un beso.

-Tu eres muy fiel- le digo al perro -Nunca me haz traicionado.

El pequeño perro me da un lametazo en mi mejilla y yo río.

Rebusco en el armario: encuentro unas galletas sabor a coco y preparo un poco de café para beber.

No tengo mucha hambre desde hace unos días.

Casi la mayor parte del día me la paso pensando en mi último encuentro con Diego.

No he dejado de sentir culpa por todo lo que le dije.

No entiendo por qué me siento así. Diego ya no es nada para mí. Desde el momento en el que lo vi con Oscar.

¿Qué pasará entre Diego y yo ahora?
¿Podrá haber una reconciliación entre nosotros?

"Deja de pensar en él" me dice la voz rencorosa de mi cabeza "Con el tiempo lo vas a superar, disfruta tu soltería"

Quito de mi cabeza la imagen de Diego para centrarme mejor en otras cosas. Como por ejemplo: ¿Cómo voy a ir al instituto sin que la lluvia me tome por sorpresa en el camino?

Termino de desayunar.

Rebusco entre las cosas de mi primo para encontrar una sombrilla, hasta que doy con una.

Y tengo una buena suerte, porque cuando salgo de mi casa la lluvia empieza a caer casi de inmediato.

Camino con tranquilidad, ya que tengo mucho tiempo para llegar a la escuela.

Llego a la escuela y como era de esperarse, el lugar esta casi vacía.

Sólo me encuentro a Yago y Blas.

-¿Y los demás?- les pregunto cuando me acerco a ellos.

-Seguramente bien dormidos en casa- dice Yago -Tienen mucha suerte.

-¿Ustedes por qué vinieron?- les pregunto.

-Tenemos una madre a la que le gusta deshacerse de nosotros- dice Blas.

-¿Y tú por qué veniste?- me pregunta Yago.

-Estoy solo en casa- le respondo -No quería quedarme aburrido en casa.

-¿Eres normal, Iñaki?- me pregunta -Yo que tú me hubiera quedado en casa.

-Déjenme ser- les digo.

-¿Qué hay chicos?- la voz de Riger me exalta y Riger se da cuenta -Descuida, Iñaki- me dice -No te voy a asesinar.

-Eres un idiota- le respondo y le doy un puñetazo en el brazo.

-No es novedad- dice Yago.

Nos reímos y platicamos hasta que timbran para entrar a clases.

Caminando hacía el aula, veo que Diego esta recargado en una de las pareder del andador principal, leyendo un libro.

Diego alza la mirada y me ve. Desvío la mirada hacia otro lado hasta que llego al aula.

El lugar está casi vacío. De los treimta y dos estudiantes de mi curso, sólo hay unos quince. Los demás aprovecharon el día para quedarse en casa.

Love With U (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora