Capítulo 31

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>Iñaki

Un ligero movimiento me espanta el sueño y voy despertando poco a poco. Lo primero con lo que se encuentra mi mirada es con el rostro dormido de Diego. Sonrío mientras los recuerdos de la noche de ayer llegan a mi mente.

Aún pienso que es algo increíble el haber hecho el amor con Diego.

Yo, Iñaki Benavet. El chico que se negaba a darse una oportunidad en el amor por su propio miedo. Había tenido mi primera relación sexual con el hombre al que amo.

Me quedo mirando el rostro de Diego mientras respira con suavidad y tiene la boca un poco abierta a causa del cansancio y el sueño. Sus pestañas son largas y brillantes, no puedo resistirme a tocarlos suavemente con la yema de mis dedos. Con mucho cuidado me acerco a sus labios y le doy un beso pequeño para no despertarlo. Reacciona sin despertarse moviendose un poquito. Me río y me aferro a él con un abrazo. No sé si inconscientemente lo hizo, pero Diego coloca su brazo alrededor de mi después de abrazarlo.

Ayer tenía muchas inseguridades con respecto a Diego, no les voy a negar que también tenía mucho miedo. Sé que algunas personas te dicen que resuelvas las cosas así de simple, pero el problema que yo tenía era que yo mismo me estaba encargando de destruir lo que en realidad tenía que resolver durante mucho tiempo. Al leer las notas de Diego, muchos sentimientos se arremolinaron en mi corazón y en mi cabeza. Tenía miedo de que Diego haya dado perdido su amor hacia mi por culpa mía. Cuando salí de mi casa y me alejé a varios metros considerables, empecé a dudar de lo que iba a hacer. Sentía que me vería ridículo si llegaba con Diego a hablar como si nada, no iba a ser fácil para él, ni para mí. Cuando llegué en casa de Diego sabía que ya no había marcha atras y ya era tiempo de resolver las cosas de una vez por todas, y de recuperar su amor si era posible, aunque en realidad lo dudaba demasiado. Y mi mundo se vino abajo cuando Diego empezó a reclamarme todo, sabía que me lo tenía bien merecido por ser un idiota, pero yo odio que me reclamen y me alcen la voz, asi que yo tampoco quería guardarme las cosas que pensaba en ese momento. Debo admitir que fue tanta la razón que tuvo cuando dijo que se la pasó solo durante todas estas semanas, que me dieron ganas de darme una patada en las pelotas a mi mismo. Después de todo, al final sentí que ya su amor no me pertenecía y que yo tenia la culpa de haber matado ese amor que me vi en la necesidad de salir de ahí para no seguir escuchando sus palabras tan dolorosas y verdaderas, y también para no verle ese rostro que tanto expresa sin decir ninguna palabra, sentí de que debía salir de ahí para no seguir torturandome al ver y escuchar a un amor perdido. Cuando salí de la casa de Diego mi corazón empezó a latir menos, o al menos es lo que yo sentía. Me imaginé que esa era la sensación de tranquilidad por haberme alejado de Diego. Pero mi mente me decía a gritos que lo que había hecho era lo mas estúpido que pude haber hecho en la vida. Entonces entendí que no quería sentir que mi corazón latiera lentamente por la ausencia de Diego, yo quería que mi corazon latiera con rapidez al tenerlo cerca, al verlo, al besarlo. Entendí que mi vida sin Diego sería una porquería. Y no iba a dejar a Diego para que otro chico lo gane. Me decidí regresar a su casa y decirle que era un loco demente por huir. Y creo que Diego también se sentía igual que yo.

Volver a sentir esos labios fue como una anestesia al dolor de mi alma. Sentí que todo ese mundo lleno de oscuridad, dolor, miedo, rencor y odio se derrumbaba para darle terreno a una nueva oportunidad de amar y de ser felices de nuevo. Fue tan bello volver a sentir a Diego. Y para terminar las cosas, pues nos reconciliamos de la mejor manera. Ahora soy de Diego en cuerpo y alma, ahora nuestro amor está ligado en todos los sentidos. Sonrío nuevamente.

Con mis dedos empiezo a repasar el rostro de Diego con mucha suavidad para que no se despierte. Toco sus suaves pestañas largas nuevamente mientras Diego se incomoda y se mueve por momentos. Le dejo un beso en la comisura de los labios con cuidado para no lastimarle la herida que le dejó Benjamín. Aún me siento culpable por eso.

Love With U (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora