>Iñaki
-¿Seguro que no quieres que entre a hablar con tu primo?- me pregunta Diego con mucha preocupación.
-Sí, lo estoy- le respondo con una sonrisa -No me sorprendería que Benjamín tenga una colección de cadenas para reprenderme pero es mejor que yo le diga y vaya asimilando la idea poco a poco- le digo -No me gustaría que te golpee de nuevo- digo -Te dejó el rostro muy lastimado- paso una de mis manos por el rostro de Diego.
-De acuerdo, entiendo- me dice con una sonrisa a medias.
Después de nuestro encuentro íntimo de hace un rato, y de acordarnos que tengo un primo algo temperamental, decidimos que sería mejor que regrese a casa lo más pronto posible. Pero para nuestra mala suerte, la lluvia no paró hasta alrededor de las seis de la tarde. Las lluvias eran continuas, sólo se detenían por cinco minutos como mínimo y continuaba con otro aguacero peor que el anterior.
De hecho, hace treinta minutos que estamos estacionados en la entrada de la casa de Benjamín. Pero la lluvia me ha impedido bajarme del auto de Diego con tranquilidad y seguridad para no mojarme.
-¿Me prometes que estarás bien?- me pregunta Diego mirándome a los ojos.
-Te lo prometo- le respondo con una sonrisa. Acerco mis labios a los de él y le doy un beso que él corresponde con mucha ternura.
Nos miramos por unos minutos. Su mirada es tierna y enamoradiza. Sus ojos me transmiten tanta seguridad y tanto amor.
Y pensar que estuve a punto de perder esa mirada tan llena de amor para siempre.
Diego desvía su mirada hacia el parabrisas.
-Mira, la lluvia ya está parando- me dice y yo también desvío mi mirada para ver si era cierto lo que me dice -Es mejor que entres.
-Sí- le respondo -Nos vemos- me despido con un beso en su mejilla.
-Me envias un mensaje por cualquier cosa- me dice.
-Deja de preocuparte, tontuelo- le digo entre risas. Aunque entiendo su preocupación.
Nadie aguantaría a un primo como Benjamín.
-Te amo- le digo.
-Yo te amo aún más- me responde y me da otro beso en los labios.
Me bajo del auto y corro hacia la puerta. Volteo la mirada para ver a Diego una vez más y me despido de él con un ademán de mi mano. Logro ver a duras penas que Diego se despide de mi. Arranca el carro y se va.
Ya empiezo a extrañarlo.
Mis emociones amorosas son remplazadas rápidamente por emociones temerosas y llenas de preocupación.
Me espera una buena discusión con Benjamín.
Respiro profundo y trato de abrir la puerta, pero tiene seguro. Busco en mis bolsillos la llave pero no la encuentro. Las luces están apagadas. Seguramente Benjamín no ha llegado o salió a ver algunas cosas. Recuerdo que en una de las macetas de la entrada coloqué una llave de repuesto hace unos meses. Rebusco entre la tierra mojada de la maceta hasta dar con la llave color plata y terminar con los dedos color. La limpio y la meto en la rendija de la puerta hasta lograr abrirla.
La sala de la casa se encuentra en silencio. Y de hecho toda la casa lo está. Entro con tranquilidad y cierro la puerta después. Me quito los zapatos y las dejo a un lado de la puerta.
No hay ruido en la casa, lo que me hace pensar que mis sospechas son ciertas y Benjamín no está en casa.
Bostezo. Estoy cansado y algo aburrido por el clima. Desde ayer en la tarde he estado lleno de actividades. Ustedes entienden ¿No?
ESTÁS LEYENDO
Love With U (Gay)
RandomNo existe amor en paz... siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas. Un amor diferente. Una historia diferente. ¿Te atreves a vivirla y sentirla?