⚜Humo y sombra (3/3)⚜

839 73 15
                                    

- ¡Se que eres tú, Azula! ¡diles a tus amigas que liberen a Kiyi! – le grita Zuko –

La nombrada le lanza un rayo en respuesta, el cual Zuko se dispone a desviar, pero nos sorprende ver como le lanza otro al mismo tiempo.

- ¡Zuko! – gritamos Aang y yo a la vez –

Su cuerpo se estrella contra la pared de piedra, pero se reincorpora enseguida.

- Estoy bien... se está volviendo fuerte otra vez...

- No por mucho tiempo. – respondo –

Corro hacia ella y la ataco junto a Suki y Ty Lee, la primera intenta asestarle un golpe con el abanico, pero la esquiva y logra darle una bofetada a su antigua amiga.

Avanzo y le lanzo una llamarada de fuego, la esquiva con agilidad y me lanza un rayo, logro desviarlo apenas y caigo de rodillas con el vientre dolorido, me doblo como una hoja y vomito.

Escucho como gritan mi nombre y segundos después veo a Aang a mi lado.

- Tenemos que llevarte a la enfermería. – me dice –

- Se escapan... - digo a penas –

- Es demasiado tarde. – me coge entre sus brazos y me saca de allí con su control del aire –

 – me coge entre sus brazos y me saca de allí con su control del aire –

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al abrir los ojos encuentro a Aang a mi lado sosteniendo mi mano.

- ¡Has despertado! – grita al verme –

- Sí... - respondo incorporándome poco a poco –

- No hagas esfuerzos, el medico ha dicho que tienes que descansar. – dice ayudándome –

- Lo sé, lo sé, pero ya ves que es imposible, tengo muchas cosas que hacer, hasta que esto no termine no voy a irme con Sokka.

Aang coloca su mano en mi hombro y me mira con expresión preocupada.

- Escucha _______, se que has sido una guerrera toda tu vida y que no has hecho otra cosa desde que nos conocimos, pero vas a ser mama y una nueva era pronto comenzará, la guerra alguna vez formará parte del pasado, es el momento de pensar que es lo que quieres para ti, para el bebe y para Sokka, no creo que todos os queráis quedar aquí cuando el pequeño o la pequeña nazca y sinceramente, te estas sobre esforzando y eso no es bueno para ninguno de los dos. – toca mi vientre –

Poso mi mano sobre la suya pensativa, es la primera vez que veo la realidad, tiene razón, aun no he pensado en que haremos después, en si lo mejor para todos seria seguir siendo la comandante del reino del fuego.

- ¿Recuerdas aquella vez en mi boda? Cuando nos apartamos del resto y cogiste mi mano mirando hacia el cielo.

Asiente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Asiente.

- Me dijiste que las cosas empezaban a irnos bien y que ya podías visualizar un futuro feliz para todos y que estabas muy contento de ver como me casaba y que querrías ver como formaba una familia y formabas parte de ella. Luego te giraste y me sonreíste como si no pudieras pedir nada más a la vida ¿sigues pensando igual?

- Por supuesto. – me responde con una sonrisa –

- Entonces te prometo pensarlo y no entrometerme demasiado en esta crisis, porque tienes razón, debo parar un poco, no quiero perder al bebe, y ese rayo nos ha afectado a ambos, menos mal que no es nada grave.

- Me alegro de que lo comprendas. – me da un beso en la frente –

- Bueno, dime que haces aquí.

- ¿Aparte de que quería verte? Zuko me ha echado.

- ¿¡Por qué?!

- Las cosas están empeorando y no quiere mis consejos, esta tomando medidas drásticas.

- ¿Sabes que haría Sokka si estuviese aquí? – le pregunto con una sonrisa insinuadora –

- ¡Escabullirse y buscar pistas! – respondemos a la vez –

Aang me ayuda a levantarme y me visto antes de ir con él a la habitación de Kiyi, donde después de rebuscar por todas partes encontramos un pasadizo secreto en la pared exterior.

Después de eso avisamos a Zuko y nos adentramos en el pasadizo junto a Mai y Kei Lo, el cual nos lleva a un cementerio.

Allí Aang me encierra en una capsula de piedra para mantenerme al margen de la pelea, algo que no se lo reprocho, estoy embarazada otro golpe no me vendría bien.

Cuando todo termina ya es de noche y Aang me ha sacado de mi cúpula, Kiyi nos abraza tanto a mi como a Zuko y volvemos a la nación del fuego, donde al amanecer, el señor del fuego decide dar un discurso.

- Ciudadanos, gracias por reunirse aquí en tan poco tiempo, estos últimos días han sido traumáticos para todos nosotros. Nuestros niños fueron raptados, nuestros padres llenos de temor y nuestras calles descendieron en el caos, y como su señor del fuego, yo... bueno... respondí pobremente. La seguridad y la libertad coexisten en un delicado equilibrio, no mantuve bien ese equilibrio. Mis decisiones recientes o se basaron en la razón o en la sabiduría, sino en el miedo, por eso, les pido perdón. Nunca deberían sentirse como prisioneros en su propia ciudad o sospechosos en sus propias casas, estoy decidido a hacerlo mejor, seguiré esforzándome por ser un señor del fuego digno de ustedes; estoy agradecido por su paciencia, estoy agradecido por su confianza.

Estoy orgullosa de él y de alguna forma siento el tener que despedirme. Ahora nos encontramos en una de las salas comunes del castillo.

- ¿Ya te vas? – me pregunta –

- Sí, necesito reposo y ver a Sokka, necesita saber que va a ser papa. – le sonrio – Te dejo a cargo de Aravis, voy a ir con Aang sobre Appa.

- La cuidare bien. – me devuelve la sonrisa –

Me acerco y poso mi mano en su hombro.

- Tu discurso ha sido perfecto Zuko, pero llevo contigo el tiempo suficiente para saber que no solo lo has dicho por el reciente incidente. No se lo que te dijo Azula, pero – me quito el collar que llevo desde que escape de casa – espero que esto te sirva para recordar que siempre voy a estar cada vez que me necesites y que a pesar de todos estos baches en el camino lo estas haciendo bien, que siempre que te desvíes sabrás como volver al camino correcto. Te quiero Zuko.

El nombrado mira el collar de oro de un dragón mordiendo su propia cola y los ojos se le llenan de lágrimas.

Entonces me abraza y yo correspondo con gusto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entonces me abraza y yo correspondo con gusto.

- Te prometo que no fallaré. – me susurra –

- Nunca lo he dudado Zuko.

- Yo también te quiero y espero que nos vemos pronto.

Nos separamos y le sonrío con cariño.

- No es una despedida Zuko, mi bebe te necesitará cuando nazca, necesitará a toda su familia. – beso su mejilla – hasta pronto.

Tras despedirnos me fui con Aang y Zira sobre Appa al encuentro de nuestras parejas.

Embers (Sokka x tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora