Baoshan Sanren vivió miles de años atrás en una familia cuyos integrantes nacían con un núcleo oscuro y con ello, el don de manejar la energía resentida. Originalmente convivieron en armonía con los cultivadores ortodoxos, pero como suele suceder con la ambición humana las demás sectas envidiaban y deseaban ese poder y al no tener la oportunidad de obtenerlo, decidieron acabarlo y para ello se confabularon entre todos para acusarlos de herejía, posteriormente los juzgaron y condenaron a muerte. En aquel momento la joven alfa de apenas trece años huyó por orden de sus padres y logró salvar su vida. Vagó sola por el mundo sin asentarse en algún lugar ni acercarse a la gente por temor a ser descubierta, aun así, continuó cultivando su don hasta que alcanzó la inmortalidad a los veintiocho años. Pasaron cientos de años y finalmente decidió tener un descendiente que continuara con su legado familiar, pero su única hija de nombre Cangse Sanren odiaba su tipo de cultivo por lo que se reveló a su naturaleza y buscó la manera de cultivarse de manera ortodoxa. Esta decisión provocó una ruptura entre madre e hija y esta última terminó por irse de casa con la promesa de nunca regresar.
Cangse Sanren buscó su propio camino sin adherirse a alguna secta, hasta que conoció al alfa quien más tarde se convertiría en su esposo y con el que tendría un hijo a quien nombraron Wei Ying, este bebé resultó ser omega como su madre. La pequeña familia vivió de manera errante, pero poco después de que el niño naciera, Sanren empezó a manifestar cierta inestabilidad tanto en su conducta como en su forma de cultivo, a veces era errática y en algunas ocasiones peligrosa.
Al notar que poco a poco la salud mental de su esposa se deterioraba, Wei Changze decidió emprender la búsqueda de Baoshan, pero tras años yendo de un lugar a otro no lograron su objetivo. Poco tiempo después del quinto cumpleaños de Wei Ying, el alfa envió una carta a Jiang Fengmian, quien era su antiguo empleador y amigo pidiéndole que acogiera a su hijo una temporada y para ello él y su familia irían a Yunmeng, pero antes pasarían por Yiling, no dio el motivo por el cual dejarían al niño, pero su querido amigo contestó que estarían felices del recibir a Wei Ying.
Jiang Fengmian era un alfa y líder de Yunmen Jiang, una de las cinco grandes sectas. Estaba casado con Yu Ziyuan y de su matrimonio había nacido su hija beta de siete años y su heredero alfa Jiang Cheng, quien en ese momento contaba con cuatro años. Fengmian consideraba a Wei Changze como un hermano y no como un sirviente por lo que esperó feliz una visita que nunca llegó.
A las afueras de la ciudad de Yiling se encontraba una enorme fosa común que originalmente fue el pequeño cementerio de la ciudad y que, tras el descuido de la gente, terminó convirtiéndose en el vertedero de cadáveres que era en ese momento. Cuando las grandes sectas se dieron cuenta del problema ya era demasiado tarde y la energía resentida era tanta que lo único que pudieron hacer fue levantar un alto muro alrededor y sellarlo para que lo que había adentro no pudiera salir.
Wei Changze había tomado una serie de precauciones para que su pequeño no viera a su madre en los arranques de locura que tenía, por lo que en cada posada en la que se hospedaban siempre lo enviaba a una habitación en el otro extremo de la suya. El último día de su vida, su esposa se había comportado con su habitual carácter alegre y risueño por lo que los tres pasearon y se divirtieron completamente ajenos de que su final estaba cerca.
Al llegar la noche, ambos llevaron a Wei Ying a su habitación donde se despidieron del pequeño —Mi bebé nació con una hermosa sonrisa. Nunca dejes de sonreír y ser feliz. Mamá y papá te amamos— fueron las últimas palabras de la omega antes de darle un beso en la frente y despedirse de él para ir a su habitación.
El matrimonio se acostó y pronto se quedaron dormidos, hasta que pasada la madrugada el alfa se despertó sobresaltado y apenas alcanzó a ver a su esposa salir por la ventana con su espada colgando de la espalda y vestida con ropa de dormir a pesar de que era una noche muy fría. Changze la siguió sin hacer notar su presencia. La mujer caminó cerca de una hora hasta toparse con la alta barda del cementerio de Yiling; la vio subirse en su espada, volar por encima del obstáculo y adentrarse en el lugar. Su grito de "NO" resonó en el silencio y la mujer lo ignoró para continuar su camino.
Si Changze se hubiera detenido a pensar en el pequeño que dormía pacíficamente en una posada, tal vez no se hubiera adentrado en el lugar para seguirla, pero ya era tarde y lo único que le quedaba era tratar de sacarla de ahí, al entrar en el lugar se encontró con la espeluznante escena de su esposa manejando los cadáveres resentidos como títeres. Entre su locura les hizo bailar y hacerle torpes reverencias como si de una reina se tratara. Changze no sabía cómo sacarla sin alterarla a ella ni a los monstruos que manejaba como juguetes; solo le quedó apelar a su razón y mencionar a su hijo, como esperaba, la mujer alcanzó cierto nivel de lucidez —Ve, anda, ve con mi bebé y llévalo con mi madre— solo bastó ese pequeño descuido de su parte y el control que ejercía sobre los cadáveres se perdió y estos se abalanzaron en su contra mientras ella trataba de recuperar el control sin lograrlo. Changze trató de salvarla, pero todos sus esfuerzos fueron inútiles. En una posada un niño huérfano despertó llamando a sus padres.
Los dueños de la posada alimentaron al niño durante un par de semanas, pero no pudieron hacer mucho por él pues sus ingresos eran pocos y sus hijos muchos, así que endurecieron su corazón y lo enviaron a la calle. Wei Ying vagó de un lado a otro tratando de no alejarse de la posada esperando que sus padres regresaran, de vez en cuando los señores le regalaban un poco de pan o sobras de comidas, pero no siempre tenían, así que el niño se las arreglaba para robar o pedir unas monedas a los transeúntes. El pequeño omega no sabía cuánto tiempo había pasado, pero estaba completamente sucio, su ropa desgarrada, su cuerpo lleno de golpes y arañazos, también tenía mordidas de perro obtenidas cuando peleaba con ellos por unas migas de comida; había corrido tratando de esquivarlos, pero solo logró que lo lastimaran más, perdiendo su preciada comida y también el camino de regreso a la posada.
Vivió de esa manera unos meses antes de ser rescatado y llevado por su tío Fengmian a la secta Yunmeng Jiang, en donde finalmente pudo volver a sentir el calor de una familia y la seguridad de una cama caliente y tres comidas al día.
Nota:
En mi historia el manejo de energía resentida es un don que heredan los descendientes de la familia Sanren (para que se adaptara puse a la madre de Wei Ying como hija y no como discípula de Baoshan Sanren)
Aquí el líder Jiang no conoció ni trató tanto a Cangse, por lo que no se enamoró de ella y se evitó mil problemas futuros.
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Destello Azul
FanfictionCuando Wei Ying conoce a Lan Zhan, toma la rápida decisión de convertirlo en su esposo ya que considera que de su unión saldrán hermosos cachorros, dignos de la envidia de su querido Shidi. Cumplir su objetivo será fácil, conservarlo y no morir en e...