Destello Azul

36. El final

Les había tomado poco más de tres años, pero finalmente estaban ahí. Wen Ning los llevó hasta el lugar en el que habitaban los remanentes Wen, en ese lugar había nacido y crecido la madre de los jades y era la primera vez que Lan Wangji y Lan Xichen iban. Entraron por una calle empedrada y llegaron a una zona céntrica donde pudieron ver una serie de casas de adobe y madera bien construidas, la mayoría de ellas tenía sus patios llenos de flores o con pequeñas parcelas de cultivo de verduras y también habían animales de corral—Esa es la casa de tío cuatro y en aquella vive la abuela Wen, allá está la de tío nueve y esa es la mía, la de a lado es de mi hermana— Wen Ning señaló cada casa mientras caminaban. En ese momento de la última casa salió una mujer vestida de la misma forma que los demás habitantes, su aspecto contrastaba al cien por ciento con la impecable mujer que había conocido durante su juventud, Wen Qing aún poseía el aire elegante de siempre y se veía más hermosa que nunca.

—Qing-jie— Wei Ying abrazó a su amiga feliz de volver a verla, la joven correspondió el gesto, cargada de agradecimiento y afecto por el omega que había sacrificado tanto por salvar a ella y su familia.

—A-Xian, me alegra saber que estás bien—

—También a mí me alegra verte—

—Jóvenes maestros Lan, joven maestro Jiang, siéntanse bienvenidos, hemos preparado sus viviendas— Después de los saludos, la mirada se desvió a los niños que acompañaban la comitiva.

—Este hermoso jovencito ya lo conoces, es Lan Yuan y ahora tiene 13 años, le sigue este revoltoso que es hijo de Xichen-ge e hijo putativo de mi Shidi, su nombre es Lan Jingyi y tiene doce, el pequeño pavo real es Jin Ling hijo de mi Shijie, él tiene once, luego están mis bebés, Lan Zhao tiene dos y mi princesa Lan Xia tiene uno—

—Veo que no has perdido el tiempo—

— ¿Qué te puedo decir? Mi alfa no puede resistirse a mi belleza y encanto—

—Bueno, acompáñenme al salón de eventos donde todos esperan a "la belleza encantadora" y sus acompañantes— Fue un día muy feliz en donde el omega pudo reencontrarse con las personas por las que luchó tan fieramente.

—Al caer la tarde los hermanos Wen los condijeron a una zona más apartada en donde se quedarían a dormir —Esta es la casa principal de la aldea y fue donde vivió la familia de madam Lan— informó la joven. Era una enorme propiedad que contaba con una casa principal y varias construcciones menores —Esta es su casa joven maestro Lan— sus palabras fueron dirigidas a Wangji —Aquí nadie vive, cada cierto tiempo venimos a limpiarla y repararla para evitar que se deteriore, ahora su dueño está aquí y no me queda más que reiterar nuestro profundo agradecimiento por habernos dado la oportunidad de tener este lugar y salvar nuestras vidas —De su túnica sacó la placa de jade —Llegó el momento de que nuestra familia continúe su camino y quiero decir en nombre de todos, que estamos muy agradecidos por darnos la oportunidad de hacernos fuertes e independientes, usted y Wei Ying salvaron nuestras vidas y en el proceso perdieron mucho, no hay palabras o acciones para terminar de agradecerles— tendió el jade al alfa quien miró la mano extendida de la mujer.

—Señorita Wen, entregué a ustedes este lugar por motivos egoístas, pero no me arrepiento porque aquí fue donde mi madre creció y donde su familia fue masacrada, el último recuerdo que ella tuvo de este lugar es de muerte y destrucción y ustedes lo revivieron, este no es mi hogar, este es su hogar y Wei Ying y yo queremos que así continúe—

—Así es Quin-jie, además no creas que te librarás de nosotros, nos gustaría venir de vez en cuando a escapar de las tres mil reglas de Gusu— La mirada que su esposo le lanzó era como decirle "Habla por ti" —En realidad me gusta este lugar, hay buen clima y árboles para que mis cachorros aprendan a trepar— La mirada continuó oscureciéndose como si quisiera decir "sobre mi cadáver"

—Esta es su casa y son libres de venir cuando quieran— Agregó Wen Ning.

Por la noche, El omega se encontraba desparramado encima del pecho de su alfa después de haber cumplido con su todos los días —No me arrepiento— dijo repentinamente Wei Ying.

—Yo tampoco—

—Gracias por darle a los Wen un lugar donde estar a salvo y, lo siento porque con eso sacrificaste el patrimonio que te dejó tu madre—

—Wei Ying, entre tu y yo no hay necesidad de decir gracias y lo siento— besó los labios de su esposo.

—Lan Zhan, soy muy feliz— apretó su abrazo y suspiró satisfecho.

—Yo también—

—Demuéstramelo— Lan Zhan no dudó en asaltar la boca de Wei Ying en un beso obsceno y ruidoso, al instante el miembro que aún continuaba dentro del omega se endureció —Ahhhh, siento cómo va estirándome desde dentro, estoy muy lleno y aún no ha salido el semen de tu anterior corrida— El alfa dio la vuelta para poder penetrar más a fondo al joven —¡Wow! Lan Zhan eres un experto en permanecer en el lugar que te gusta—

—Mn— Levantó ambas piernas del omega y las colocó sobre sus hombros, en esa posición empezó a bombear, luego de un largo rato bajó su cabeza para meter uno de los pezones de Wei Ying en su boca y sus arremetidas se hicieron más lentas.

—Lan... er-gege hace tiempo que desteté a A-Xia, mamá Ying ya no tiene leche para alimentarte— Sus palabras lograron su cometido y su esposo continuó arremetiendo con fuerza contra su perforado trasero —Ya no puedes meterte más en mí ¿Acaso mi Lan Zhan quiere meter otro bebé en mí? —

—Mn—

—Entonces asegúrate de llenarme completamente y pon otro cachorro dentro— pidió aumentando con sus palabras el deseo del alfa, que con renovado brío continuó su labor rozando el punto G de Wei Ying, ubicado en la próstata, mientras que con sus manos acariciaba su miembro. — ¡Ahhh!, Baja, baja, estoy exhausto— El omega se retorcía debido a la sobreestimulación — ¡Ahhhhh! — con un gritó de liberación terminó llenando de semen las manos de su esposo quien lo siguió al sentirse asfixiado por la contracción provocada por el orgasmo del omega —Lan Zhan, volviste a anudarme—

—Dijiste que querías otro bebé—

—Eso fue por la pasión del momento—

—Esto también— intentó moverse para no aplastar a su esposo.

—Esto duele, no te muevas porque no quiero que te salgas y termines de reventarme la cereza—

—Wei Ying—

—También te amo—

—Mn—con un beso ambos se quedaron quietos esperando que el nudo bajara.

Nota: Gracias por permanecer hasta el final, espero que esta historia les haya entretenido. 

Cuídense mucho y tomen las precauciones necesarias, vacúnense (si tienen edad😏), les mando un abrazo virtual 🥰

Nos vemos en un próximo proyecto. Bye.