11. Poniendo un bollo en el horno

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En uno de los paseos del omega por las zonas más apartadas de Receso en las Nubes, se encontró con un par de conejos que siguió por todos lados hasta cazarlos, aunque su idea original era comerlos al ver las bolitas esponjosas le causó tanta ternura que no tuvo corazón para sacrificarlos —Ni modo, mi hambre no será saciada con un delicioso asado de conejo— llevó las delicadas bolitas hasta el Jingshi donde se encontraba su alfa transcribiendo los libros que se empezaban a deteriorarse —Lan Zhan, regresé— entró por la ventana para evitar dar la vuelta. El alfa no se inmutó ante su presencia y continuó escribiendo —Lan Zhan, no me ignores, mira, te traje un regalo— el omega se acomodó a un lado y soltó los pequeños conejitos en la mesa donde el Lan se encontraba escribiendo.

—Las mascotas están prohibidas en Gusu— lentamente alejó su trabajo de la mesa para evitar que los animalitos mancharan las hojas con sus patitas.

—Si no los quieres los voy a asar—

—Está prohibido matar en Gusu— Wei Ying sonrió con ternura al escuchar a su esposo.

—Los llevaré a ciudad Caiyi y buscaré quien pueda prepararlos para mí— Hizo ademán de tomarlos.

—Déjalos aquí— cedió el alfa tomando a los conejitos en afán protector.

—Lan Zhan, eres tan tierno— susurró en la oreja de su esposo, misma que se puso colorada —Lan Zhan ahora que estamos aquí, podemos empezar a fabricar bebés para que jueguen con los conejitos, en un par de meses llega mi celo y podemos empezar—

— ¿Estás seguro de que quieres tener familia? —

—Si quiero, quiero tener en mis brazos a un mini Lan Zhan— expresó soñador ante una imagen mental tan bonita.

—Mn. Que se parezca a Wei Ying—

—No, no, no. Yo no soy tan hermoso y mi carácter no es el mejor, otro más como yo y a tu tío le da una desviación de Qi— movió sus manos en negación —Quiero que nuestros hijos sean tan perfectos como tú—

—Wei Ying es perfecto—

—Lan Zhan eso lo dices porque me amas— el joven abrazó a su alfa sonriendo feliz.

—Mn— depositó un suave beso en los labios del omega quien aceptó gustoso el gesto y abrió la boca para incrementar la intensidad, pero un toque en su puerta los detuvo, ambos miraron con diversos grados de enojo a la puerta como si quisieran traspasarla y apuñalar a la molesta persona que los acababa de interrumpir.

—Adelante— el alfa cedió el paso e inmediatamente su hermano y tío ingresaron en el Jingshi. Los dos intrusos se dieron cuenta de que no fueron recibidos con alegría, es más, Wangji sostenía la cintura de su esposo quien prácticamente se encontraba sentado en su regazo con sus traviesas manos aferradas a su cuello y sosteniendo las puntas de su cinta de regulación —Tío, hermano— saludó el alfa.

—Tío Qiren, Xichen-ge— secundó el omega.

—Wangji, joven Wei. Lamentamos molestarlos en su casa— saludó el líder de secta.

—Wangji, sé que estás en tu casa, pero por favor guarda un poco el decoro y suelta a este joven ya que tu hermano y yo estamos aquí—

—Tío Qiren. Lan Zhan y yo estábamos hablando de cosas de pareja cuando ustedes llegaron, lamento la escena— trató de explicar el omega, pero sus palabras perdieron efecto pues no soltó su agarre y continuó donde estaba.

—Tío, hermano ¿gustan tomar un poco de té? — la oferta fue rechazada por lo que ambos procedieron a indicarle el motivo de su visita. Dentro de dos meses se llevaría a cabo la Conferencia de Cultivación en Qishan Wen y Lan Zhan junto con su esposo estaban invitados a formar parte de los representantes de la secta Gusu Lan. Wei Wuxian estaba radiante y feliz de poder participar y aceptó inmediatamente sin consultarlo con su alfa, por su parte, Wangji guardó silencio metido en sus pensamientos.

Destello AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora