35. Una buena vida

2.1K 226 54
                                    

Meses después, la noticia de la boda de los dos alfas se regó como pólvora y aunque el tema fue noticia durante varias semanas, no tardó en ser reemplazada por un nuevo acontecimiento del mundo de la cultivación.

—aaaa aaaah— entre balbuceos, un bebé de apenas nueve meses de edad gateó hasta donde el alfa estaba sentado e intentó pararse sosteniéndose de su túnica.

—Cuidado o te caerás— sostuvo el cuerpecito del bebé quien inmediatamente se abrazó a él para que lo cargara —Cada día estás más grande, dime ¿Mamá te cuida bien? — el bebé sonrió.

—Ma, ma, maaaaa—

—Ya entendí, eres un bebé consentido—

—Terminé— Wei Ying entró en el Hanshi sonriendo complacido —Espero no haber tardado mucho con mi recado, pero era muy urgente—

—Wei Wuxian, la próxima vez dile a tu alfa que no te llene de chupetones el cuello si quieren fingir que tienen algo importante qué hacer—

—Cheng-Cheng, tenemos que aprovechar que tenemos niñera gratis— se sentó frente a su hermano e hizo caritas al pequeño quien sonrió feliz.

— ¿No se cansan? — Él y su esposo tenían una muy buena vida sexual y no se quejaba de nada, pero su hermano y cuñado eran simplemente un par de maniáticos sexuales —olvídalo, no quiero saber— cortó antes de que el omega abriera la boca para decir una serie de tonterías —Mamá te manda esto— de su bolsa qiankun sacó una serie de envases con chiles procesados de diversas formas —También aproveché que pasé por ciudad Caiyi para reabastecer tu suministro de sonrisa del emperador, ahora que has dejado de amamantar a A-Zhao seguro que vas a necesitarlas— entregó cuatro botellas al omega.

—Ah... gracias, Cheng-Cheng— la mirada de nostalgia que el omega lanzó a sus obsequios era tan descorazonadora.

—Hace mucho que no tengo compañero de brindis, anda trae unas copas para tomar un poco—

— ¿Ahora? Es que mi rabanito está por salir de la escuela y acordé ayudarlo con sus tareas y mi tomatito está por tomar su siesta y es muy temprano para brindar y...—

— ¡Wei Wuxian! ¿Vas a tener otro bebé? —

—Cheng-Cheng, el otro día fue el cumpleaños de mi rabanito y Lan Zhan y yo nos pusimos nostálgicos recordando cuando nació y una cosa llevó a otra y ahora estamos muy felices de agrandar la familia—

— ¿Por qué Lan Wangji no cuida de ti? — lanzó molesto — ¿Acaso cree que eres una fábrica de bebés? ¿Es que solo con mirarte te embaraza? —

—Cheng-Cheng, hace falta más que una mirada para embarazar a alguien— la respuesta indignó más al alfa.

—Si no estuvieras cargando otro sobrino ten por seguro que ya te habría roto las piernas—

—Cheng-Cheng ¿Cómo es posible que no hayas endulzado tu carácter después de casarte con Xichen-ge? — Y nuevamente los hermanos se enfrascaron en una interminable pelea.



—A-Zhao, no los aplastes— Yuan había llevado a su hermanito al prado de los conejos para entretenerlo mientras su madre descansaba ya que su avanzado estado de gestación lo cansaba mucho.

—Es tan difícil cuidar un bebé, A-Yuan ¿Cómo le vas a hacer cuando nazca A-Xia? — preguntó su primo.

—No quiero pensar— susurró el pequeño mientras luchaba con las manitas de su travieso hermano menor —A-Zhao, esos no son juguete. Toma, este es para ti— el pequeño miró el peluche en forma de conejo y luego las bolitas blancas que correteaban en el suelo y decidió continuar con su intento de apoderarse de los conejitos.

Destello AzulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora