Destello Azul

13. No era un bollo, era un rábano

Después de que la pareja informara a los Jiang sobre el estado de Wei Ying, el omega tuvo la dicha de recibir la visita de su familia adoptiva.

—Espero que te abstengas de beber licor, no comas demasiado picante y evita a toda costa andar saltando de aquí y de allá. Ahora eres responsable de una vida— Instruyó la señora Yu.

—Lo sé, lo sé. No soy tan irresponsable como para poner en peligro a mi cachorro— acarició su plano vientre con amor.

—Lan Wangji debería mantenerte amarrado para evitar que te hagas daño a ti o a tu cachorro— recomendó su hermano menor y ambos se entrelazaron en una de sus típicas peleas verbales.

Los meses pasaron y en un abrir y cerrar de ojos llegó el momento de que Wei Ying diera a luz.

Habían pasado más de dos horas desde que Wei Ying empezó con los dolores de parto. Durante ese tiempo, Lan Zhan había recibido la visita de su hermano, cuñado y tío para preguntar por su esposo e hijo, también estaban los Jiang quienes hacía una semana habían llegado para estar presentes durante el nacimiento del bebé.

Finalmente, Lan Jia salió para indicarle que su omega e hijo estaban en perfecto estado de salud, después de darle algunas indicaciones y felicitarlo lo dejó para que fuera a ver a Wei Ying.

Entró a la casa y se dirigió a su habitación en donde se encontró a su omega dormido con un bultito a su lado, sin querer despertarlo deposito un beso en su frente y dirigió su mirada al bebé. No podría decir ni explicar la inmensa felicidad que sintió al ver a ese diminuto e indefenso ser que se acababa de convertir en la nueva razón de su existencia. Lentamente lo levantó y sostuvo entre sus brazos observándolo dormir —Jiang Cheng se va a burlar de mí— al escuchar la voz de su esposo dirigió la mirada hacia abajo —Todo el tiempo estuve presumiendo que nuestro cachorro sería hermoso porque nosotros somos hermosos— hizo un puchero —Lan Zhan, nuestro bebé parece un rabanito, chiquito, arrugado y morado—

—Wei Ying—

—Ya sé, ya sé, aunque ahora es una cosita fea lo amo tanto— Lentamente se incorporó y acomodó en una posición sentada, luego levantó sus manos pidiendo por su cachorro. El alfa obedientemente se sentó en la cama y le pasó al bebé —A-Yuan, bienvenido a casa ¿Sabes cuánto te esperamos tu papá y yo? Te amamos tanto y vamos a cuidarte para que seas un bebé lleno de amor y feliz—

—Mn—

—Estoy muy feliz—

—Mn. Yo también. Gracias por darme un cachorro tan hermoso—

—Jajajaja. ¿Escuchaste rabanito? Para nosotros eres el bebé más hermoso del mundo— llenó de besos al bebé quien ante el excesivo movimiento terminó por despertarse y empezar a llorar —Ya, ya, ya, está bien, lamento haberte sacado de la tierra de los sueños, prometo que más adelante voy a plantarte para que crezcas sano y fuerte—

— ¿Tiene hambre? —

—Creo que sí, Lan Jia me dijo que cuando tuviera empezaría a llorar— Empezó a zafar su túnica interior y dejó su pecho descubierto para que el bebé se prendiera de su pezón y empezara a comer —Jajajajaja. Lan Zhan, se siente gracioso, no es como cuando tú lo haces, por lo menos A-Yuan no me muerde— la descarada declaración provocó que al alfa se le colorearan las orejas de rojo.

Nota:

A partir de aquí la historia se vuelve un tanto oscura, solo para poner sazón a las cosas. 😁