Capítulo 23: Un pez Adoptado (+18)

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Narra Massimo: 

Estaba a punto de contarle a mi hija la razón por la cual no había venido Alberto...

- Resulta que vamos adoptar a Alberto. 

- En... ¿Enserio? 

- Si.

- Significa que... ¡Alberto sería mi hermano! 

- Correcto. Hoy en la tarde Luca y Alberto van a volver para darles la noticia y quedarse a vivir con nosotros. 

Narra Giulia: 

¡Estaba tan emocionada! Si era bueno que fuera mi amigo, ¡Ahora va a ser mi hermano! 

- Voy a ir a preparar su cuarto, decorar la casa, tengo mucho por hacer (Y corrí por toda la casa, eso hasta que mi mamá me detuvo).

- Alto señorita, primero tus estudios. 

- Esta bien. Adiós mamá, adiós papá.

Narra Luca: 

Estábamos en el tren. Nos sorprendió que los señores Marcovaldo nos llamaran tan tarde, aún así estábamos en camino. Llegamos a Génova por la tarde noche. Lo recuerdo tan bien. El olor a pan se mezclaba con el olor a tabaco, Habían charcos que significaban "peligro", tantas vespas que bastarían para Alberto y para mí. Total, llegamos a la casa de Giulia. Parece que no había nadie, pero estaba la puerta abierta. Entramos y todos le gritaron a Alberto.

- ¡HIJO! ¡HERMANO! (Al mismo tiempo).

Alberto y yo nos miramos confundidos. El señor Marcovaldo se acercó a Alberto para abrazarlo. 

- Alberto. Ahora eres parte de la familia. Te adoptamos.

Alberto no contuvo la emoción y se puso a llorar. Toda la familia se abrazó, mientras yo me quedaba en un rincón. Me sentía un poco excluido, pero sabía que Alberto necesitaba algo así. Lo encaminaron a su cuarto. Era grande, con dos camas. El me abrazó tirándome a la cama y me susurró sensualmente.

- Hoy eres mi gato (Me mordió la oreja).

- Alberto, la familia no está viendo.

Narra Alberto: 

Llegando a casa vi una tienda de lencería. Vi un disfraz de gatito. Decidí comprárselo a Luca. Así que ya en la noche lo desperté y le dije:

- Luca, despierta.

- Hum... ¿Qué pasó?

- Ponte esto (Le di el traje).

Luca salió del cuarto y se fue al baño. Estaba emocionadísimo, ya se me había parado de las ganas. El me llamó.

- A-Alberto... ¿Estás seguro de que esto se pone así?

- Si... Te ves hermoso (Le agarré un cachete suavemente).

Nos empezamos a besar apasionadamente en el baño. Pero Luca que detuvo.

- Vamos al cuarto, aquí nos pueden oír.

Lo tomé de la mano y le dije imperativamente.

- Ponte de rodillas gatito, tu ya sabes que hacer.

El hizo lo que le ordené. Empezó a chuparme ahí abajo. Yo le jalaba el pelo para que lo hiciera más rápido y de pronto... Toda mi leche se regó por toda su boca.  El no paraba de tocar mi bulto con sus guantes de gatito. ¡Se veía tan tierno así vertido! Lo subí a la cama, le quité la cola (el juguete) y se lo metí de golpe.

- Ah Alberto, más despacio.

- ¡Silencio Bruno!

Solo se escuchaban aplausos  y gemidos. Lo empecé a nalguear. El me quitó por completo la ropa. Solo él se quedó con su lencería tierna y sensual. El me dijo.

- Estoy cansado.

- Bueno, descansa (Le di un beso en la frente y le agarré una vez más su bulto). Alto... ¿Enserio te vas a dormir con un corsé?

- Claro, ya me acostumbré.

Dormidos agotados y felices. Sobre todo yo. ¡Ahora tengo una familia!

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Gracias por leer, espero les haya gustado. (Me habían pedido que pusiera mas +18, ¡DISFRUTEN!).


Verte Otra Vez (Luca x Alberto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora