Verte Otra Vez (Luca x Alberto)

Capítulo 18: El destino de los Malos

Narra Dante: 

Estaba en en tren a Portorosa. Por fin habíamos llegado. Mi papá y yo fuimos a buscar a mamá y Ercole. Desgraciadamente lo encontré camino a casa. Así que le dije a mi papá.

- Tu ve con mamá, yo cuidaré a Ercole.

- Está bien hijo (Se fue).

Nos quedamos ahí parados, sin cruzar palabras... Hasta que se me ocurrió decirle.

- Oye... ¿Dónde está Luca?

- ¿Quien? ¿El vago ese?

- No le digas así, claro que no lo es. Además, dime donde están.

- No se, talvez estén en la isla (Señaló enfrente).

- Está bien, voy a ir. Adiós.

Me fui caminando hasta los barcos. A la distancia no se veía a nadie. Encallé el barco en la orilla y me adentré en ese castillo.

- Luca... ¿LUCA? ¿ESTÁS AQUÍ?

Narra Luca:

Alberto y yo estábamos arreglando la Vespa... cuando vino Dante. Nos escondimos y nos pusimos algunas cosas encima para que no nos viera. El seguía gritando y Alberto quería salir para pegarle. Pero lo detuve. Momentos después llegó Ercole.

- ¿No has encontrado a ese vago?

- No...

De un chispazo Alberto había salido de su escondite y empujó a Ercole desde el último nivel de la torre. Me atreví a salir de mi escondite para ver lo sucedido. Dante me agarró del brazo, pero estaba más ocupado al ver si Ercole seguía vivo. En un momento Ercole no se movía absolutamente para nada, Dante le gritó a Alberto.

- ¿QUÉ HICISTE IDIOTA? MATASTE A MI HERMANO.

- Oye, agradécemelo, yo se que lo odias. 

- YO... YO NO LO QUIERO, SUS AMIGOS SI.

- ¿Esos mozos? Solo están con él por popularidad. 

- No, antes Ercole era una buena persona, empezó con esas actitudes cuándo yo nací. De niño todavía me trataba bien, cuándo fui creciendo se volvió más altivo. Todo porque yo era el consentido...

Pasó un tiempo y Ercole se movía... pero le sangraba el cuerpo y no se podía mover. Se asustó tanto que no paraba de insultarnos. Claramente había sido la culpa de Alberto, pero yo como su pareja, lo defiendo. Dante corrió a auxiliarlo, lo metió en el bote como pudo y regresó al pueblo por ayuda. 

Narra Giulia: 

Iba de camino a mi casa, cuándo vi a Dante arrastrando a Ercole. Ambos estaban gritando.

- ¡AYUDA! ¡AYUDA!

Se que esta mal, pero me sentía feliz al saber que los malos tenían su merecido. 

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Gracias por leer, espero les haya gustado.