Verte Otra Vez (Luca x Alberto)

Capítulo 20: Secretos de la Infancia

Narra Alberto: 

¡Al fin había encontrado a Guido! Necesitaba hablar con él.

- Hola

- Oh, que tal Alberto. ¿Para que me querías hablar?

- ¿Ercole está bien? 

- Si claro... está descansado.

- Que bueno. Solo me quería disculpar por casi matarlo, me puse muy celoso por proteger a mi hombre.

- Tranquilo, yo te entiendo. Igual quiero proteger a Ercole.

- Tu y...

- ¡Si! Me gusta desde que estábamos niños (Se pone rojo).

Solo nos vimos muy intrigados y nos fuimos. En eso Giulia me detuvo.

- ¡Oye Alberto! Mañana temprano tendré que volver a Génova para retomar mis clases. Esta vez iré sola.

- ¿A que te refieres?

- Ustedes no podrán ir

- ¿Porque?

- No me dijeron, solo que no pueden ir.

Me quedé callado y me fui caminando a la isla para decirle la noticia. Me notaba un poco feliz porque yo no iba a ir al colegio, pero estaba triste por luca. Es su anhelo estudiar. Llegué nadando a la isla. Luca me estaba esperando para cenar.

- Oh, ya viniste Alberto. Ven, preparé Trenette al Pesto; tu favorito.

- Gracias mi vida.

Estábamos cenando y se me ocurrió tocar el tema...

- Oye... me contaron como está Ercole, dicen que está bien. Pero no me arrepiento de hacerlo jaja.

- No digas esas cosas (Me metió un golpecito en el cuello mientras nos reíamos).

¡No pude decirle que no irá más al colegio! Nos fuimos a dormir, solo quedaba esperar al día siguiente... ¿Cómo iba a reaccionar? ¿Le afectará? ¿Se pondrá triste o enojado? No lo se... no podía dormir. Decidí infiltrarme a la casa de Giulia para tomar prestados unos libros, pues... para mantenerlo entretenido y feliz. Me colé a su casa, ella ya estaba dormida. Tomé unos cuántos libros y accidentalmente se me cayó uno... ¡Giulia se despertó de un brinco y empezó a pegarme con un bate! 

- ¡MUERE LADRÓN DE SABIDURÍA!

- ¡ALTO GIULIA, SOY YO!

- Oh, eres tu Alberto. Perdón es que entro en pánico. Bueno... ¿Qué necesitas?

- Nada, solo vine por unos libros para Luca, buenas noches.

- Oh, solo me lo hubieras pedido.

- Está bien, gracias.

De nuevo me fui a la isla y le preparé una silla y una mesa. Despejé la pared y junté varias piedras pómez. Puse algunas hojas y lápices sobre la mesa, junto con los libros. Todo era una sorpresa para mi Luca. ¡Tendría una escuela en la Isla!

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Gracias por leer, espero les haya gustado <3