Capítulo 23

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Rayla contemplaba el hermoso paisaje nevado de Katolis desde el techo que desde hace algunos meses se había vuelto un cómodo espacio para estar sola y pensar, pero ahora había una diferencia a otras veces y es que en este momento no quería bajar del techo ya que si lo hacía muy probablemente  se encontraría con Callum y eso implicaría hablar respecto al... beso de anoche. Ni siquiera podía creer lo que había hecho ¿Por que lo hizo? Fue estúpido, inmaduro y enfermo... bueno, quizás exagero con lo de enfermo pero aún así era raro, muy raro y definitivamente algo que no quería enfrentar y si tenía que congelarse o morirse de hipotermia por estar en los techos definitivamente lo haría. Estaba tranquilamente regañandose a sí misma por haber besado al muchacho que era su enemigo y captor cuando de pronto se escucho un grito en el borde del techo, Rayla se puso de pie y miro donde había escuchado el grito, noto un par de manos aferrándose al techo así que se arrodillo y miro un poco más allá, hizo una mueca.

-Callum, si no sabes trepar techos no lo hagas

-He estado esperando que bajes para hablar pero no veía que quisieras bajar así que tuve que subir, no me puedes culpar -respondio Callum aferrándose al techo.

-No quiero hablar Callum -dijo Rayla, cruzándose de brazos.

-Entonces no hablemos, solo ayúdame a subir -respondió rápidamente Callum un tanto preocupado por su vida.

-Agh... bien -Rayla tomo las manos de Callum y lo jalo fuertemente, lentamente empezó a sentir los brazaletes encantados quemando sus muñecas por la fuerza que estaba ejerciendo, hizo una mueca sin embargo siguió jalando a lo suficiente para hacer que el estuviese en el techo.

Una vez que Callum estuvo estable, se recostó un poco y algo agitado.

-Gracias, puedo descansar...

-Como sea, disfruta la vista, yo me voy -dijo Rayla poniéndose de pie para poder bajar de la torre pero entonces Callum la tomo de la muñeca.

-No, espera... tenemos que hablar...

-Dijiste que no hablaramos -respondio Rayla seria.

-Tienes razón, no debemos hablar solo... contempla la vista conmigo -dijo Callum.

Rayla se sentó a su lado sin decir palabra alguna, Callum la miro algo preocupado por unos segundos, esto no pasó desapercibido por la elfa, la mirada del príncipe sobre ella le empezaba a molestar un poco.

-¿Sucede algo? -pregunto Rayla entre dientes.

-¿Te duelen?

Rayla levanto una ceja un tanto extrañada.

-¿De qué hablas?

-Tus muñecas, estabas haciendo fuerza para ayudarme y eso te quemo

-No fue para tanto -respondio Rayla, encogiendose de hombros.

-Claro que si, es importante...

Rayla no respondió, Callum sonrió un poco para después mirar el paisaje.

-La guerra... es un asco, es violenta y la verdad es que nunca deja nada bueno, solo muertes y pérdidas para ambos lados, es cruel y horrible pero a pesar de todo eso... creo que la guerra me dio algo bueno...

Rayla sonrió con burla.

-¿Tu casi muerte?

-Además de eso, me dio la oportunidad de conocerte... - dijo Callum bajando la mirada.

No podía mentir, estaba nervioso y temía que esto arruinará su amistad o lo que fuera que tenía con Rayla pero algo en su interior le decía que tenía que intentarlo, le daba el valor suficiente para decir lo que tenía en mente y corazón desde quien sabe cuando.

-Quizas no nos conocimos de la mejor forma ni tuvimos una buena primera impresión del otro pero ahora tampoco estamos tan mal...

-Soy una prisionera, tu no estas tan mal...

-Cierto, pero no puedes negar que te ha gustado vivir aquí, lo sé y tu lo sabes también -Callum tomó un respiro para después seguir hablando -Escucha, respecto a lo de anoche... tú también me gustas y no se como o por qué... solo se que me gustas desde hace algún tiempo y no sabía como decírtelo pero todo se resolvió ayer cuando supe que tú... sentías lo mismo

Rayla miro a Callum con seriedad.

-O... tal vez no...

-No es eso, Callum ¿Te das cuenta de las circunstancias? Esto seria muy lindo sino fuera por todo el caos que hay a nuestro alrededor, si claro vivo aquí en el castillo contigo y aun no nos hemos matado pero eso no quita el hecho de que somos enemigos y aunque a veces se me olvide, yo no dejo de ser una prisionera.

-¿Y que por eso no podemos ser algo? Podríamos... enfrentarlo ¿Quizas? Entre toda esta basura de reinos ¿Por que no tener algo bueno? Podemos tener algo bueno entre nosotros

-No seas ridículo ¿Un elfo y un humano? Por favor, el mundo no funciona así Callum, deberías saberlo mejor que nadie

-A veces no debemos ver el mundo como es, sino como debería de ser. Ahora estamos en guerra y gente muere cada día por el odio entre humanos y elfos, así es el mundo ¿Eso está bien?

-Claro que no

-Entonces cambiemoslo, demostremos que puede haber paz entre nosotros -dijo Callum para después tomar la mano de la elfa -se que probablemente no logremos demasiado, tal vez ni siquiera logremos nada pero seremos los primeros en intentarlo y sea cual sea el resultado... valdrá la pena

Rayla miro los profundos ojos de Callum, preocupados pero tranquilos a la vez, sentía su cálida mano tomando la suya, sus labios suaves y su rostro tan tierno como el de un inocente ciervo ¿Cómo rayos podía ser tan encantador? Esto no tenía sentido, de hecho seguía creyendo que era muy estúpido pero por alguna razón quería arriesgarse, después de todo sería con Callum y a estas alturas, realmente quería creer que nada saldría mal.

-Esta bien, pero no vuelvas a subir al techo sin ayuda, no quiero que te lastimes -respondio Rayla para después sonreír dulcemente cuando entonces tanto tiempo en el frío y alto techo de esa torre empezó a hacer efecto.

Rayla se froto sus manos tratando de conseguir un poco de calor, Callum se dio cuenta es esto así así se quito la preciada bufanda roja que le dio su madre y la puso alrededor del cuello de Rayla, quien se apeno un poco ante esta acción, el chico sonrió con ternura.

-Tu me dices cuando quieras bajar -dijo el sin dejar de sonreír.

Rayla asintió con la cabeza, el volvió su vista al paisaje cuando entonces recibió un suave beso en la mejilla y sintió la cabeza de la elfa recargarse en su hombro, no pasó mucho para cuando ambos estaban lo suficientemente cerca para no pasar tanto frío.

Esto era algo increíblemente loco, hace tan solo poco más de 6 o 7 meses peleaban sin piedad, tratando de matarse uno al otro ¿Y Ahora? Eran más bien solo una pareja de enamorados con el único deseo de poder estar juntos, la pregunta es...

¿Lo lograrán?

¿Peleamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora