El tiempo ha pasado y eso más que notorio para todo el que conociera a los príncipes, durante los últimos tres años de guerra, tanto Callum como Ezran habían cambiado.
Callum había crecido bastante y gracias a su arduo entrenamiento dejo de ser el chico tímido del que todos dudaban, convirtiéndose en el poderoso guerrero y mago que el reino de Katolis quería.
Por otro lado, Ezran había crecido, ya no era un niño juguetón y fantasioso, sino un carismático e inteligente adolescente, las expectativas sobre el eran altas, aun más altas que las de su hermano, pero eso no lo presionaba.
La batalla marchaba con normalidad, Callum luchaba a espada con un par de elfos, quizás no era tan fuerte como el resto de la guardia real pero si lo suficiente para defenderse y eso sin contar lo rápido y ágil que se había vuelto desde su primera batalla, derroto al par de elfos entonces escucho al par de cuchillas detrás de él, sonrió con orgullo sabiendo perfectamente bien de que se trataba así que se dio media vuelta con su espada en las manos y la estrello contra el par de espadas.
-llegas tarde- dijo Callum con burla, forcejeando con la elfa frente a el.
Rayla, a diferencia de él ya no había crecido tanto, aunque era inevitable notar lo mucho que había cambiado, aunque Callum era más alto que ella, ella era cada vez mas fuerte y ágil, su rostro había madurado aunque su carácter seguía siendo el mismo.
-ow ¿me esperabas?- pregunto Rayla en el mismo tono, sin soltar sus espadas para entonces impulsarse más y entonces lograr tirarlo- que lastima, creí que durarías más- se lanzo hacia el chico con la intención de clavarle sus espadas
Callum hizo una marometa hacia atrás, librándose de las espadas de la elfa.
-lamento decepcionarte- dijo Callum sin borrar su sonrisa
Rayla gruño entonces se preparo para lanzarse nuevamente hacia el príncipe, quien volvió a esquivarla haciendo que ella caiga, Rayla frunció el ceño mientras el seguía mirándola con burla.
-te ves molesta ¿te pasa algo?- pregunto el castaño, apuntándole con su espada, Rayla tomo la hoja de la espada y la tiro fuertemente haciendo que ella se levante mientras el caía, ella puso sus espadas en el cuello del joven príncipe.
El palideció mientras ella sonreía.
-yo estoy bien, pero no puedo decir lo mismo de ti- respondió la chica con burla, Callum uso su espada para herir su pierna, ella gimió de dolor, soltando sus espadas, el sonrió.
-ya no pareces estar tan bien
Rayla volvió a tomar una de sus espadas y la lanzo al príncipe, quien la esquivo mas no totalmente, pues rozo su hombro y el jadeo de dolor, ella se levanto y ambos se miraron.
-acabare contigo, príncipe- dijo Rayla entre dientes- te aseguro que no llegaras a tu cumpleaños
Callum la miro serio.
-veremos quien va a ser el que no llega
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-ve el lado positivo ¡si llegaste!- exclamo Ezran, ayudando a su hermano a levantarse de su cama.
Habían pasado 5 días de la batalla, sus costillas seguían adoloridas por los golpes de Rayla y aunque ella no se fue a casa totalmente ilesa, el hecho de que el mas mínimo tacto a su abdomen le doliera era algo molesto ¿Y la peor parte?
15 de Julio.
El día de su cumpleaños, su cumpleaños numero 18 , una edad "importante" pues al parecer ya era todo un hombre aunque no se sentía como uno, de hecho se sentía como el mismo tipo que hace comentarios irónicos de 14 años aunque había demostrado más de una vez lo que era capaz de hacer.
Callum le sonrió a su hermano menor con algo de inseguridad.
-tienes razón, por lo menos llegue- dijo Callum, entonces Ezran hablo.
-esta vez si que casi acaba contigo, quiero decir... no te había visto tan adolorido en un tiempo...
Callum asintió con la cabeza, estaba consciente de ello y era más que obvio después de tanto tiempo de conocerla, ella tenia la misión de acabar con el desde siempre y a pesar de saber eso... no la odiaba, de hecho la consideraba mas bien una rival que una enemiga, para el más que una guerra contra Rayla se trataba de una competencia contra Rayla, un juego y aunque ella no lo viera de la misma forma, el estaba bien con eso aunque no cabía duda de algo.
-cada vez es más fuerte, no puedo quedarme así, tengo que practicar- dijo Callum de manera seria- o si no, la próxima vez acabará conmigo
-no lo hará, tengo una corazonada- dijo Ezran de manera positiva- ahora vamos, papá nos espera para el desayuno y después la ceremonia.
-que emoción- dijo Callum con sarcasmo, entonces Ezran le dio un pequeño golpe con el codo, Callum sonrió un poco.
No podía creer cuanto había crecido su hermano, seguía siendo igual de alegre pero rayos había madurado mucho para su edad, algo que Callum admiraba y que sin duda lo enorgullecía.
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La noche había caído, el cumpleaños del príncipe Callum una vez más se convierte en una excusa para emborracharse y demás, tanto así que el mismo príncipe se animo a probar una copa de vino, la tomaba tranquilamente mientras conversaba con Soren, Claudia y Ezran, todo estaba normal cuando llego la "mejor" parte del cumpleaños.
"¡Hora de abrir los obsequios!"
Callum estaba sentado en una silla un tanto elegante mientras los pocos invitados le presentaban sus obsequios, joyas valiosas, armas poderosas y ropa fina era lo que recibía todos los años y esta vez no parecía ser diferente, hasta que Viren se presento frente a el.
-príncipe Callum, ha sido un verdadero honor verlo crecer, ver su desarrollo, su talento y fuerza, es por eso que hoy, mis hijos y yo deseamos obsequiarle este... peculiar presente
Viren saco de su bolso una bola que parecía de cristal, con nubes y relámpagos en su interior, Callum entrecerró un poco los ojos mientras Viren le entregaba el extraño artefacto.
-una roca primaría, contiene magia pura de una de las fuentes primarias, el cielo y le aseguro que esta es una poderosa arma en batalla
Callum sonrió un poco ante la idea, quizás Ezran tenia razón.
Por fin podría ganarle a su rival.
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31 de Julio.
La heridas de Rayla habían sanado y aunque definitivamente el le había causado algunos daños, ella le había ocasionado aun más, por fin le llevaba ventaja, a diferencia de otros años, sus padres no pudieron estar con ella pero Runnan y Ethari se habían asegurado de que su cumpleaños fuera especial con su comida favorita.
Sorpresa de baya lunar y un especial regalo, un par de espadas nuevas, más grandes, más afiladas. Más letales.
Estaba entrenando día y noche, faltaba poco para lo próxima batalla y aunque no estaba muy cómoda con la idea de acabar con Callum tampoco se negaba a hacerlo, este tonto juego que empezó desde que conoció a ese débil humano tenia que terminar algún día.
Y para ella, Había llegado la hora de terminarlo.
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¿Peleamos?
Hayran KurguLa guerra no era fácil y menos si te educaron para pelear y matar. Callum había nacido para liderar en la guerra, o al menos había crecido con esa idea y con el objetivo de vengar la muerte de su madre. Luchar contra Xadia y junto con su padre, lle...