Capítulo 26

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La hora de la cena había llegado, Rayla se habia puesto algún vestido elegante que Claudia le regalo por razones realmente desconocidas y aunque no era algo que le importara o preocupara, no estaba cómoda con él aun así tenia que ponérselo pues esta noche sería "especial" aunque ella lo definiría mas bien como una noche aterradora. Se arreglaba el vestido mientras caminaba por su habitación descalza, podía soportar el vestido pero no los malditos tacones que sin duda la agotaban más que todo un día de entrenamiento. Ja, esa era la peor tortura que había sufrido por parte de los humanos.

Estaba cepillándose el cabello rápidamente cuando tocaron a su puerta, ella no se detuvo y solo exclamo.

-¡Adelante!

Claudia entro a su habitación con una amigable sonrisa, al verla su sonrisa solo se amplio.

-Wow Rayla, te ves muy linda con ese vestido, sabia que te quedaría bien -menciono Claudia.

-¿En serio? Creo que es bueno que lo digas, es algo incomodo pero sí se ve bien supongo que vale la pena... -respondió la elfa encogiéndose de hombros.

-Lo vale... ¿Necesitas ayuda con tu cabello? -pregunto Claudia.

-No, solo lo llevaré así ¿O debería ser más formal? -se pregunto Rayla en voz alta, a lo que la peli negra solo soltó una risita.

-Siéntate - ordeno Claudia, quitándole el peine de cabello a Rayla, quien obedeció y se sentó en un pequeño banco mientras Claudia empezó a cepillarle el pelo -¿Estas nerviosa?

-Si, lo estoy, yo no quería cenar con ellos pero Callum insistió, no sé que debo hacer, como debo actuar ¿Y si todo sale mal? ¿Y si es para darme la noticia de que me ejecutaran? ¿O algo peor? -pregunto Rayla con angustia.

-Oye Callum, deberías salir del cuerpo de Rayla -dijo Claudia con algo de gracia.

-No es divertido

-Claro que lo es, lo que quiero decir es que el que normalmente se preocupa por eso es Callum, escucha, se que el rey puede ser un poco intimidante y más tomando en cuenta tu historial pero créeme, no tienes nada que temer y sí algo malo llega a pasar entonces te ayudaremos

Claudia termino de cepillar el cabello de Rayla, agarro dos mechones de pelo de cada lado de la cabeza de Rayla y los unió en una elegante y sencilla trenza que adornaba el resto de su hermoso cabello platinado que por cierto estaba suelto.

-Solo respira y sé tu misma...

Por un momento, Rayla recordó lo que habia hablado con Callum tan solo un rato antes se pregunto ¿Claudia y Soren tendrían la misma opinión de su padre respecto al tratado de paz con Xadia? Se animo a preguntar.

-¿Tú que piensas del tratado de paz con Xadia? ¿Te agrada la idea?

-Pues... no me desagrada, la guerra ha provocado pérdidas en muchos sentidos, he tenido suerte sabes, nadie que yo ame ha muerto en el campo de batalla pero si soy sincera, no quiero seguir preocupándome durante cada batalla con la idea de que Soren o mi padre puedan estar muertos

Rayla no respondió nada, solo miro fijamente a Claudia quien se veía algo triste por el tema pero su tristeza fue reemplazada por una suave sonrisa.

-Pero bueno, eso no es algo que nosotros podamos resolver y ya falta poco para la cena, así que ponte los zapatos y sal de aquí

Rayla se levanto del banco, tomo los zapatos que estaban sobre su cama y se los puso, fue doloroso e incomodo pero solo sería por esta noche, estaba a punto de salir de la habitación cuando entonces miro a Claudia con una suave sonrisa.

-Gracias por ayudarme

-Para eso están las amigas -respondió la peli negra.

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Estaba nerviosa, muy nerviosa y no entendía muy bien por que, es decir, literalmente durante los últimos meses había estado viviendo con la familia real ¿Por que se sentía tan intimidada con tan solo pensar que iba a hablar con el rey? Quizás eran las circunstancias, lo que le había contado Callum ¿Qué importaba? solo sabía que dentro de un par de minutos estaría en el comedor real, cenando con la realeza de Katolis lo cual era algo gracioso, no conocía a los gobernantes de Xadia pero vivía con los de Katolis. Cuando menos lo espero, ya estaba sentada junto a Callum, quien tomaba su mano para darle algo de confianza y en la misma mesa estaban Ezran y su padre, el rey Harrow. Había un tenso silencio en el aire o al menos así lo sentía Rayla, pero por otro lado, el rey lo sentía como un silencio tranquilo, después de aguantar todo el día las "advertencias" de Viren y los recordatorios de Opeli un poco de silencio era buena bueno para la cabeza, sin embargo ya era de hablar, pues esta cena no sería común y corriente, miro con una ligera sonrisa a la xadiana en la mesa quien comía en absoluto silencio y ni siquiera se atrevía a mirarlo.

-¿Que te parece la comida? -pregunto el rey.

-Esta bien, deliciosa -respondió la elfa de manera seria.

-Me alegra escucharlo, bueno... iré al punto, quizás Callum te haya comentado que quiero hacer un tratado de paz con Xadia, pero el tratado no solo sería con Katolis sino con literalmente, toda la humanidad

-Bueno ¿Y como hará eso? Entiendo que Katolis acceda pero los demás reinos... no estoy tan segura -hablo Rayla, tratando de darle algo de continuidad a la charla.

-Lo sé, es por eso que pasara lo siguiente, no se si lo sepas pero el cumpleaños numero 15 de Ezran será en unas semanas, se esta organizando un baile en su honor, este baile servirá no solo unirnos como humanidad sino también para plantearles esta propuesta, creo que aceptaran ya que ellos también han perdido mucho pero quiero ofrecerles una garantía

Rayla inclino un poco la cabeza, no sabia muy bien a lo que podía referirse Harrow hasta que este le sonrió de un modo amable.

-Señorita Rayla, esta oficialmente invitada al baile y no estarás presente como la entrenadora del príncipe, sino como embajadora Xadia

-Embajadora no oficial, pero embajadora -dijo Ezran con algo de gracia.

-Entonces ¿Qué opina? ¿Acepta la invitación? 

Rayla sonrió ¿Por fin después de tanto tiempo habría paz? O bueno, por lo menos habría un intento por parte de los humanos pero era un buen comienzo y estaba casi segura de que la reina Zubeia estaba dispuesta a acceder a esta propuesta, después de todo ¿Quién no se cansa de la guerra? 

-Claro que si, representare a Xadia con orgullo -respondió Rayla.

-Me alegra escuchar eso, entonces tenemos un trato

Rayla asintió con la cabeza, cuando sintió la mano de Callum sobre la suya mientras le dedicaba una suave sonrisa, no podía negar que ese tonto humano era dulce y menos podía negar que en realidad le gustaba eso de él. Como sea, ahora se sentía agradecida y si el tratado salía tal y como todos esperaban, no solo podría estar con Callum, sino también a sus seres queridos de vuelta y por fin tenerlo todo.

¿Peleamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora