Capítulo 28

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El entrenamiento había terminado, no fue malo pero pudo haber sido mejor o al menos eso pensaba Callum. Rayla habia estado muy extraña, distraída, básicamente había tenido la cabeza en otro lado y si era sincero eso le angustiaba, sin embargo no quería presionarla a decir algo al respecto, sabia que ella se lo diría cuando fuera el momento así que realmente no estaba preocupado por eso o al menos por ahora.

-Callum ¿Podemos hablar? -pregunto la elfa una vez que Ezran se retiro del lugar.

-Claro ¿De que quieres hablar? -pregunto de vuelta Callum, sabía que Rayla le diría el porque de su extraño comportamiento.

-Seré directa, tú y yo habíamos hecho un trato ¿Lo recuerdas?

-Oh si, hablas del trato secreto ¿Cómo olvidarlo? -pregunto Callum con una sonrisa.

-Bueno, yo ya cumplí con mi parte del trato y es hora de que cumplas con tú parte -dijo Rayla de una forma seria.

Callum soltó una pequeña risa, la elfa solo se cruzo de brazos lo cual hizo que el humano dejara de reírse.

-Espera ¿Lo dices en serio?

-Lo digo bastante en serio

-Ray, se que quieres regresar a Xadia, se que quieres ser libre pero solo te pido que esperes un poco más, la paz dentro de poco será una realidad y podrás hacer lo que quieras -dijo el príncipe con una suave sonrisa.

-¿Y como lo sabes? Ustedes están dispuestos a hacer las paces pero no sabes si Xadia quiere aceptarlo

-Rayla por favor, hablamos de esto, tú dijiste que ellos estarían dispuestos a aceptarlo

-No lo pensé bien, además una cosa es lo que yo suponga y otra totalmente diferente es la realidad

-Bueno, bueno... tienes razón, no sabemos lo que pasará pero debemos ser positivos y tener la esperanza de que aceptarán

-¿Y si no lo hacen, Callum? ¿Y si no aceptan? ¿Acaso no lo entiendes? Yo me quiero ir, no me importa lo que suceda con el tratado, quiero salir de aquí

-Lo entiendo, créeme que te entiendo pero si te libero ahora ya no podrás regresar, el tratado será cancelado y... ya no podremos vernos nunca más -argumento Callum, con una expresión claramente triste.

Rayla sintió como si alguien estrujara su corazón, sabía lo que hacía y sabía que quizás lastimaría los sentimientos de Callum al hacer esto pero la verdad le importaba más la vida del joven príncipe que sus sentimientos.

-¿Y que con eso? -pregunto Rayla, tratando de que no se le quebrara la voz. No solo le hacía daño al príncipe, también se lo hacía a sí misma.

Callum alzo ambas cejas, pero entonces frunció el ceño. Era joven pero no tonto, algo estaba sucediendo con Rayla, había algo malo con ella, la conocía bien, lo suficiente para saber que ella no decía eso de forma voluntaria.

-De acuerdo ¿Qué sucede? Anoche estabas muy emocionada por el tratado, esta mañana te salude en la cocina como siempre y estabas feliz pero ahora vienes al entrenamiento tarde lo cual es raro porque nunca llegas tarde, no estas concentrada durante el entrenamiento, ahora me dices que el tratado es un error y que lo nuestro no es importante y claro, no olvidemos lo que tienes en las muñecas

-No sé de que hablas -respondió la elfa con seriedad.

Callum frunció más el ceño, tomo las manos de Rayla y las levanto para que ella pudiera ver sus muñecas.

-Están lastimadas, te quemaste tratando de hacer algo

-Así es, trataba de escapar de este estúpido castillo -dijo la elfa, quitando sus manos rápidamente.

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