El atardecer estaba cerca, Rayla por fin había terminado sus tareas y así tal como el príncipe le había pedido, se dirigía a la habitación de su ami-enemigo, caminaba tranquila por los pasillos del castillo, los zapatos seguían siendo igual de incómodos que la primera vez pero se había acostumbrado rápidamente a ello igual de ridículo que el vestido que usaba diariamente, ese tipo de cosas pasaban por su cabeza y cuando menos se dio cuenta, ya estaba frente a la puerta del príncipe mayor de Katolis, toco la puerta y espero un par de segundos cuando una voz hablo desde el interior de la habitación.
"¡Adelante!"
Abrió la puerta y entro a la habitación, lo primero que noto es que Callum estaba sentado y al parecer tenia mas movilidad, cerro la puerta tras de sí para entonces mirar al castaño con un poco de curiosidad.
-¿De que quieres hablar?
-yo también estoy bien, gracias por preguntar- dijo Callum con algo de ironía en su voz.
Rayla levanto una ceja mientras se cruzaba de brazos.
-por favor, se que estas bien desde que tratas de engañarme con que aún no despertabas
-tienes un buen punto- dijo Callum para entonces sonreír ligeramente- en realidad, necesito hablar contigo de algo que pasó en la batalla, específicamente del por qué estoy así...
Rayla se acercó un poco y se recargo en el marco de la cama.
-te escucho...
-bueno, cuando la batalla inicio todo parecía marchar con normalidad y estaba bien pero entonces un elfo de Luna me atacó, el fue el que me dejó así y honestamente me daría igual sino fuera porque él... Dijo tu nombre, dijo que yo no te había dado la oportunidad de escapar así que el no me la daría a mi
Rayla escuchaba con atención, estaba completamente seria y ahora que sabía lo que había pasado no le sorprendió pero si le preocupo, si alguien sabía lo despiadado que podía llegar a ser Runaan con sus enemigos era ella, Callum continuo hablando.
-ni siquiera me dio la oportunidad de decirle que estabas bien, entonces solo quiero saber si...
Rayla interrumpio al joven.
-quien te atacó, es mi mentor... O solía serlo, él y su esposo eran como mis segundos padres, supongo que tenía que avisarte de él antes de que fueras...
-eso tiene sentido, en serio se veía furioso, incluso puedo decir que me asuste un poco- dijo Callum un poco apenado.
Rayla soltó una risita.
-ja, si te sirve de consuelo... En realidad no hay consuelo solo cuidate más la próxima vez- dijo Rayla con total tranquilidad.
-eso haré, el punto es que... Te mando saludos- dijo Callum con un toque de gracia.
-que amable por darme el recado- respondió Rayla con una pequeña sonrisa que después se desvaneció.
Callum también dejó de sonreír, Rayla hablo nuevamente.
-Ezran estaba muy preocupado por ti, más cuando vio que no regresabas en tu caballo y todo el Reino casi se vuelve loco, si hubieras visto a todo el personal del Castillo...
Callum bajo un poco la mirada, esta vez el tomo la palabra.
-también me asuste, cuando estaba allá, enfrentando a ese elfo creí que todo quedaría así, por un momento recordé todo, mi hogar, la gente que en verdad amo me ayudó a no desplomarme por completo en el campo de batalla...
Rayla inclinó un poco la cabeza, sonrió un poco.
-que bueno que estés bien príncipe triste, así podre vengarme de todo lo que me has hecho- dijo Rayla con gracia.
Callum sonrió un poco.
-no por favor, no más venganzas por ahora- respondió el castaño.
-de acuerdo, te daré la oportunidad de recuperarte.
Rayla miro a través de la ventana de Callum para después mirar al joven Príncipe.
-ya casi es hora de cenar, no es necesario que bajes al comedor, te traere tu cena solo por que soy una elfa muy amable- dijo Rayla con burla.
Callum la miro de la misma forma.
-creo que esto de casi morir no está tan mal
-no te acostumbres, aun me desagradas...
-aja, si, claro- respondió Callum incrédulo.
Rayla solo camino a la salida de la habitación, salió y cerró la puerta tras de sí una vez más.
Callum estaba más tranquilo, Rayla reaccciono bien ante su relato y eso estaba bien, quería decirle que si ella quería podía regresar con el al campo de batalla y entonces liberarla para que pudiese regresar con su familia pero por alguna extraña y desconocida razón no lo dijo, sabía que si lo hacía ella aceptaré sin dudarlo pero el... No quería que se fuera, las últimas semanas conviviendo con ella le habían permitido conocerla, conocerla no como la increíble guerrera xadiana prácticamente invencible, sino como... Rayla, como quien realmente era y a Callum le había agradado la verdadera Rayla y no quería soltarla.
.
Rayla acomodaba un par de platos de comida en una charola de tamaño medio, cualquiera podía decir que llevarle la cena al príncipe a su habitación era molesto pero para sorpresa de todos (e incluso de ella misma) no le molestaba llevar la cena hasta la habitación de Callum aunque tampoco era la mejor sensación del mundo, aun así lo hacía con gusto.
La primera semana en el castillo fue la más difícil emocional y físicamente, pero se adaptó incluso a los aparatos de tortura en sus muñecas y tobillos, la nostalgia se hacía presente igual que el enojo pero cada vez eran menos constantes, de alguna manera había Hayado la forma de mantener la calma y eso estaba bien, aunque también la frustraba el hecho de faltar a una batalla por estar en el Palacio, la hacía sentir patética pero... Tampoco quería idear un plan para escapa escapar.
Terminó de ordenar los platos en la charola, la tomó y empezó su camino de regreso a la habitación de Callum.
Ahora que lo conocía un poco más y no solo a el sino también a otros humanos, estaba teniendo un punto de vista diferente respecto a ellos, no todos eran malos como le había enseñado a Runaan, era cierto que había muchos que eran en verdad desagradables pero muchos otros eran amables, incluso con ella lo cual era raro.
Los humanos y elfos no eran tan diferentes, había de todo, buenos y malos, y cuantos más conocía en el castillo menos sentido tenía la guerra para ella.
¿Porque pelear si todos podrían llevarse bien?
Cuando se dio cuenta ya estaba frente a la puerta del príncipe, esta vez ni siquiera se molestó en tocar la puerta, esta vez solo abrió y entró, encontrándose con Callum leyendo un libro, cuando la vio con la charola repleta de comida sonrió.
-gracias elfa, en verdad eres muy amable...
-lo se- respondió Rayla mientas ponía todo en la mesa que estaba a lado de la cama de Callum- disfrutalo
Callum levanto ambas cejas.
-¿no te gustaría cenar conmigo?
-no, lo único que quiero es ir a mi habitación pero gracias, mañana en la mañana vendré para llevarme todo- respondió Rayla sin dejar de caminar hacia la salida.
-de acuerdo, buenas noches Rayla
-buenas noches- se despidió Rayla para entonces salir y cerrar la puerta.
Podía decirse que ahora ambos descubrieron que no es tan malo convivir el uno con el otro ¡Incluso se agradaban! Pero esto... ¿Podía llegar a convertirse en algo más?
Solo el tiempo lo dirá.
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¿Peleamos?
FanficLa guerra no era fácil y menos si te educaron para pelear y matar. Callum había nacido para liderar en la guerra, o al menos había crecido con esa idea y con el objetivo de vengar la muerte de su madre. Luchar contra Xadia y junto con su padre, lle...