—¿Cómo me contactaste?— preguntó mientras yo caminaba al centro de la habitación.
—Una... amiga me dio tú número— no consideraba buena idea decirle la verdad.
—¿Te explicó las reglas?— dijo en un tono solemne.
—No... sólo me dijo la clavé— respondí volteandome y encarandolo.
—Bien, regla número 1: No nombre, no me dirás tú nombre ni yo te diré el mío. Número 2: no preguntas personales, nada que pueda dar indicios de quiénes somos en realidad ¿Entendido?
—Si, no nombre y no preguntas personales— respondí cómo si fuera una alumna.
Se acercó a mí, mi corazón se disparó más de lo que ya estaba, me quito el abrigo y comenzó a acariciarme con el dorso de su mano, cómo acto de reflejo cerre mis ojos, sentí que me acariciaba el otro brazo con las yemas de sus dedos, lo próximo que sentí fueron sus tibios labios recorriendome el cuello mientras me sujetaba por la cintura, yo subí mis manos por su pecho y lo abrace por el cuello, estaba perdiendome en sus caricias, ¿Cómo era posible que un desconocido me estuviera excitando de esta manera?, deslizó sus manos por mi espalda y bajo lentamente el cierre de mi vestido, mientras sus labios subían por mi mentón hasta llegar a los míos, me beso despacio y suavemente, yo correspondi un tanto frenética, me estaban matando sus caricias y estaba deseando como nunca antes, sentir su boca unida a la mía.
Le quité la campera y la tiré al pisó, él comenzó a bajar lentamente mi vestido en tanto yo desabrochaba su camisa sin dejar de besarnos, el vestido cayó al suelo y yo levanté los pies para liberarme completamente de el y lo avente al igual que su camisa. Entonces, el beso uno de mis hombros mientras sus manos desabrochaban el sostén y me lo quitaba por completo, beso uno de mis senos mientras acariciaba el otro con movimientos circulares, yo ya estaba jadeando y tenía mis manos enterradas en su cabellos. Subió por mi cuello con besos cortos hasta volver a besarme los labios y me dirigió hacía la cama, me coloco en ella y se tendió encima mío, besando mi cuello nuevamente y fue bajando por entre mis senos, continuó hacía mi ombligo, sentí como sus manos me quitaban la única prenda que me quedaba.
Abrí la boca cuando sentía que besaba la parte mas íntima de mi cuerpo, con las manos aprete el edredón y un fuerte gemido se me escapo, que incluso, me sorprendió, yo era del tipo silencioso en esas cuestiones, pero sus caricias me estaban enloqueciendo, de pronto sentí una corriente eléctrica recorriendo cada minúscula parte de mi cuerpo, estaba llegando al clímax, otro sonido se escapo de mi boca y aprete aún más la colcha. Mi respiración y mi pulso estaban a mil y trataba de controlarlos, vi como el se levantaba y terminaba de desnudarse, de su pantalon saco un condón, le retiró la envoltura y se lo puso, al subirse a la cama acarició mis piernas con sus manos hasta llegar a la cadera, acarició mi pelvis y no se que botón encendió, pero sentí una fuerte necesidad de tenerlo dentro, así que abrí mis piernas y sentí como se introducía en mí, me aferre a su espalda mientras él se movía constantemente mientras besaba alterbadamente mis senos, jadeaba, pero a decir verdad, mis gemidos eran los que inundaban la habitación, jamás había sentido lo que estaba experimentado en este momento, aceleró sus movimientos mientras se apoyaba con ambas manos sobre la cama, pude ver completamente su rostro retorcido, mis manos subían y bajaban por su espalda mientras suplicaba por mas, sus movimientos se volvieron frenéticos y de pronto me envolvió esa sensación totalmente nueva y desconocida para mí, era el éxtasis total, creó qué hasta luces de colores pude ver. Se dejó caer rendido sobre mí, estábamos empapados en sudor.
Cuándo controlo su respiración se acosto a mi lado, nos quedamos en silenció unos minutos, yo trataba de recobrar el aliento y el sentido de las cosas, entonces el se levanto de la cama.
—¿Te vas ya?— pregunté casi con pánico.
—Si— se dirigió al baño—. Tu puedes quedarte, la habitación ya esta pagada— agregó.
—Espera... tú...— no supe como formular la pregunta para que no sonará personal.
—Regla número tres: no lazos afectivos — dijo y entro al baño.
¿Así qué eso era todo? sexo casual entre extraños, sin compromisos de nunguna indole, sin explicaciones ni interrogantes, sonaba sencillo y simple. Suspire, sin duda era el mejor cumpleaños de toda mi vida, sonriente y satisfecha me abrace a la almohada y me quede profundamente dormida.
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Ardiente tentación (Julián Álvarez)✔
FanficTres reglas: -No nombres. -No preguntas personales. -No lazos afectivos. ¿Te atreves a cumplirlas? Aclaro: esta historia no es mía, solamente la estoy adaptando a nuestro precioso juli. La autora original de la novela es: AnneHilldweller, así que to...