Ardiente tentación (Julián Álvarez)✔

Una invitación inimaginable (parte 2)

Yo seguía sin poder hablar, si Ava supiera como conocí en verdad a su cuñado y lo que acabábamos de hacer hace un par de horas, no me tendría en tan buen concepto y mucho menos me invitaría a su boda, capaz tendría que decirle la verdad para que se sacara esa loca idea de la cabeza. Y lo peor es que Julián me miraba divertido y con una sonrisa triunfante, en definitiva ese hombre disfrutaba con mi sufrimiento, yo le di otro sorbo a mi copa antes de hablar.

-Gracias Ava, pero...

-Nada de peros, no voy a aceptar un no como respuesta, la boda es en dos meses y ahí te quiero ver, por cierto, no veo a mi novio, voy a buscarlo- dio dos pasos y se volteó para decirme-. No quiero excusas Sam- agregó mientras me guiñaba un ojo.

-Es una lástima que no te guste el chocolate, se me había ocurrido una idea genial- dijo picaramente y después agarro un bocadillo.

-Pero, ¿cómo me podes decir eso después de lo que le acabaste de decir a tu cuñada?- pregunté angustiada, ¿Qué acaso él no podía pensar en otra cosa que no fuera sexo?.

-No hay nada que decir al respecto- dijo llevándose el bocadillo a la boca.

-¿Perdón?, tu cuñada piensa que nos conocemos de años, que soy casi un modelo a seguir y encima parece estar empeñada en que valla a su casamiento con vos.

-Así es Ava, cuando se le mete una idea a la cabeza ni siquiera mi hermano puede sacárselo, pero yo no le veo mayor problema a lo que te dijo, mejor que siga pensando que sos un modelo a seguir, y en cuanto al casamiento, vamos y listo.

-¿Y lo decís haci tan tranquilo?, de te olvida un pequeño detalle, yo tengo novio.

-Ese no es un problema, el chino seguramente va a tener algún negocio que cerrar con su padre ese fin de semana- aseguro irónico y serio con una expresión en el rostro que no le había visto antes.

-¿Y candela?

-Qué no es mi novia- dijo enojado y agarró una copa que se tomó de un solo trago.

-No, claro que no- dije sarcastica.

-Pensa lo que quieras.

-Perfecto, entonces anda con ella al casamiento porque yo no voy a ir de ninguna manera- asegure.

-¿Estas celosa?- pregunto mirándome a los ojos.

-Vos no tenes vergüenza de verdad- dije cansada.

-Eso no responde mi pregunta.

-Estoy tan celosa de Candela como vos lo estás de Lucas, ¿contento?- respondí irónica.

-¿Alguien dijo mi nombre?- dijo ella acercándose a él y agarrandolo del brazo, lo bueno es que no era su novia, no se que hubiera hecho si en realidad lo fuera.

-Con permiso, tengo que revisar algunas cosas en la cocina- dije y me alejé.

-¿Qué le pasa?- escuché a Candela preguntarle.

-Nada mi niña, seguro esta estresada por el evento.

Entre a la cocina y me dieron ganas de tirar las sartenes, es que no había conocido hombre más sindico en toda mi vida, mira que negar y engañar a su novia en el mismo lugar en el que ella se encontraba. Me llevé la mano a la frente, es que no podía ser más idiota, ¿Qué me daba ese hombre que me hacía perder la cordura?, bueno, en realidad si lo sabia, el mejor sexo que había tenido jamás, pero no podía dejarme llevar por eso, tenía que encontrar la forma de recobrar la sensatez.

Era lunes por la noche y yo seguía en la oficina, como me iba a tomar un par de días libres porque finalmente Lucas y yo nos íbamos de vacaciones, tenía que dejar todo listo en la oficina. Estaba concentrada respondiendo unos mails cuando escuché que tocaron mi puerta, me giré y casi me da un para cardíaco cuando vi que era Julián.