Sugerencia (parte 2)

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Pasé saliva, una cosa era contarle el desliz y otra muy diferente decirle que no tenía ni la mas remota idea de quién era en realidad el implicado, además supuse que no debería propagar eso de las reglas.

Afortunadamente en ese momento llego el mesero y colocó el plato frente a mí, lo cuál me permitió pensar unos segundos e inventar una historía, solo esperaba sonar convincente.

—Es un cliente de la agencia, bueno, no él, su asistente, un día hablamos y me dio su tarjeta, la encontre el día de mi cumpleaños y como estaba sola, lo llame y terminamos en un hotel y me lo hizo de una forma que... que ayer me orilló a volver a verlo.

—¿Tan bien estuvo?

—Bien es poco para describirlo, magnífico, Sofi, me hizo gritar, me hizo ver lucecitas, te lo juró, sabía exactamente que partes de mi cuerpo tocar y como hacerlo.

—Felicidades amiga, pocas mujeres llegan a conocer y a disfrutar del buen sexo.

—Sí, pero me asusta.

—¿Por qué?

—Porqué me esta creando una especie de necesidad que no es adecuada, entro muy fácil a mi vida y con esa facilidad puede salir de ella, y, ¿Que hago después?

—Sam, si vas a seguir con esto, te debe quedar muy claro algo, tenes que difrutar del momento sin pensar en el después, no te enganches, entiendo como te sentís después de experimentar lo que viviste y que sientas esas ansías, a mi me paso con Chad y fue lo que me orilló a casarme con él, pero, aveces me pregunto si eso es suficiente, si es lo único que tenemos en común, la verdad hablamos poco, así que mentalizate que es sexo y nada más, que va a durar lo que tenga que durar y que después vas a poder seguir con tu vida.

—Tenes razón, y además, creo que es casado, me dijo que no nos podiamos ver el fin de semana.

—Seguramente, pero te repito, disfruta los momentos con él y ya está.

—Pero me siento mal por Lucas, él no se merece algo así.

—No es cuestión de merecer o no, reconozcamos que él tiene descuidada su relación, y no es por intrigar, sabes que eso no me gusta pero, ¿no tendrá a alguien mas él también?, eso de trabajar 24 por 7 esta medio raro.

—No sé, no creo él no es así... si Lur te escuchara ya le hubiera agarrado un infarto.

—Pero yo no lo tengo en un pedestal como ella y, a todo esto, ¿Como se llama el susodicho con el que te estas viendo?

—Samuel— dije al leer el nombre en la solapa de uno de los meseros que paso.

Y entonces pense que era una mejor forma de llamarlo, en lugar de haver guardado su número con las letras CD, siglas de completo desconocido. Sofi me sonrió sincera, mientras movía la cabeza y los ojos, había sido una buena idea confiar en ella, me ayudo a liberarme de la carga que traía sobre mis hombros y creo que hasta mis ansías de estar con el disminuyeron.

—Un consejo, métete a un gimnasio, te va a ayudar a liberar energía.

—No te burles.

—No es broma, es en serio, vas a poder mitigar las ganas cuando no puedas verlo.


Me quede más tiempo de lo necesario en mí oficina, ya que Lucas había ido a Chicago con su padre a cerrar un negocio y volvería recién el domingo, entonces me acorde de las palabras de Sofía, ¿cabría la posibilidad de que él tuviera un amante?, ¿acaso por eso no quería tener relaciones conmigo?, ¿qué estaba pasando con nuestra relación?, ¿tenía que dejarlo?, no, yo conocía a Lucas mejor que eso y sabía que no sería capaz, claro que yo tampoco era capaz de enredarme con otro y era justo lo que estaba haciendo.

Ardiente tentación (Julián Álvarez)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora