¿Qué significa esto? (parte 2)

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Empezó a caminar y lo agarré en la puerta casi estanpandolo en ella.


—Por favor, Juli— dije en tono suplicante, casi al borde de las lagrimas de desesperación.

—Él te tiene completa, ¿Qué más da que esto lo conserve yo?.

—No, no me tiene completa y lo sabes, no te puedo dejar eso, al menos no hoy, otro día, te lo prometo, cuando volvamos a vernos, te doy otra cosa hoy, por favor.

—¿Y que me da a cambio?

Lo agarré de la mano obligándolo a caminar conmigo, no quería que se me escapara, se veía molesto y casi sería capaz de cometer una locura. Abrí el cajón de mi escritorio y con la mano que tenía libre, sin soltarlo, ahí tenía una pañoleta, la saqué y la puse arriba del escritorio, saqué el pequeño perfume que también estaba en el cajón, rocíe un poco la pañoleta y se la di. Me sonrió y me entrego las pantaletas.

—Ah, se me olvidaba decirte, no uses vestido rosa ni lila para la boda— dijo en el umbral de la puerta.

—Todavía no te asegure si voy a ir.

—Buenas noches Sam.


Salió y yo me puse rápido las pantaletas. Lucas me llamo de nuevo y le aseguré que ya bajaba. Fui al baño y me acomode un poco el pelo, el maquillaje y me puse un poco de perfume. Cuando subí al auto, Lucas me dio una mirada de reproche.

—Perdón se atascó la impresora y no podía dejarla así, el servicio es muy caro.

—Bueno, ¿a dónde querés ir a cenar?

—No sé, ¿a vos que se te antoja?

—Comida china, ¿te parece?.

—Si vamos.

No hablamos mucho en el camino al restaurante, ni durante la cena, Lucas estaba mensajeandose con un cliente, según me dijo, aunque se le escapaban unas sonrisas que dudaba que un cliente se las provocara, quizás era lo que yo quería ver para no sentirme tan culpable por engañarlo, después de todo él iba a cumplir su promesa de irnos de vieja solos los dos, sin trabajo de por medio, o, ¿lo estaría haciendo para callar sus culpas también?.

Fui al baño y me miré al espejo, pensé que tal vez debería dejar a Lucas, no sé merecía lo que le estaba haciendo y ya una vez había intentado dejar a Julián y no había funcionado, así que ahora me tocaba hacer la prueba con mi novio. Suspire resignada, el viaje sería la ultima orportinidad de salvar esta relación. Me llevo a mi departamento y me dijo que no nos veríamos hasta le jueves, que era cuando salíamos de viaje.

Los días siguientes tuve mucho trabajo, pero ya no podía ver mi oficina de la misma manera, por raros me quedaba mirando la silla donde Julián me había hecho suya y me había pedido de no lo dejara, la sonrisa estupida apareció en mi rostro sin remedio, como deseaba que sus palabras fueran ciertas, pero eran solo eso, palabras que se las llevaba el viento porque no daba ninguna otra señal, si en realidad quisiera que yo estuviera en su vida mostraría algún interés, que se yo, alguna llamada, un mensaje, pero nada, silencio total.
Abrí el cajón y me puse a leerla, era color crema, de un papel finísimo y unas letras preciosas.


Agustín Álvarez y Ava Martínez.

Deseamos compartir con ustedes nuestro enlace matrimonial.

Que se llevara a cabo el sábado 13 de diciembre en MacArthur Causeway #395, Miami South Beach a las 18 hs.

Ardiente tentación (Julián Álvarez)✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora