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Subí al auto, después de que Charles abriera la puerta.

Weon, es que no pueden ser más educados estos dos. Me hace tan difícil no pensar en lo de anoche, aunque no recuerde todo a la perfección, si recuerdo ciertas partes.

La puerta del conductor se abrió y él subió al auto, tomé aire y lo guardé en mis pulmones hasta que pude.

—¿Vas a tu casa?—

—Si, tengo que hacer algo más tarde, pero es a las 6, así que si—asentí, solo quería hablar de cualquier otra cosa.

Y lamentablemente estaba diciendo puras weás.

Él también asintió y aceleró.

Pasaron varias calles, hasta que habló.

—Supongo que te acuerdas de algo, ¿cierto?—

—Si, algo después de las weás que estaban haciendo con el Edu–

—Si, sorry, siempre terminamos haciendo algo así—le sonreí y guié mi vista hacia la calle—Pero no me refería a eso, el Edu me contó algunas weas que...—

—Si, el Gary igual me dijo—lo interrumpí—Pero tranqui, lo que pasa en la casa del Gary se queda ahí—le sonreí, no quería que esto se saliera de control y terminara en noticias, que quería llamar la atención o estaba metiéndome en un matrimonio, ni nada por el estilo.

En realidad esto era tan bueno para mi, como para él.

—Sii, bueno—paramos en un semaforo y dirigió su mirada hasta mi—Eres modelo por lo que tengo entendido—Cambió el tema de un de repente.

Fruncí el ceño milimétricamente, pero asentí  de todas formas.

—Pero aquí en Chile, nada que ver, mi carrera está en otros países por ahora—

—Que genial—Sonrió a la vez que dirigía su mirada a la calle y dejaba esa conversación atrás.

Habia algo malo en todo esto.

Yo no quería estar mucho tiempo en un espacio tan reducido con él, pero mi departamento quedaba a 40 minutos de la casa del Gary.

—¿Y como conociste al Gary?—

—Nos conocimos del colegio, la Moni llegó después, cuando ya estábamos terminando la media, pero eramos inseparables—le sonreí—Siempre nos trató como cabras chicas si—

—Que bacán, creo que te había visto antes, no por tu pega, si no en un estadio—comentó con su mirada en la carretera, pero frunciendo el ceño.

—Si, antes íbamos a los partidos de la selección, pero fue hace caleta, después nos tuvimos que ir a Italia—

—Son inseparables ustedes dos, ¿o no?—

—Si, esa weona es mi otra mitad, aparte somos las dos italianas, así que...—

—¿Eres Italiana?—me miró extrañado.

—Si, qué, ¿no se nota?—él negó—Estoy webiando, me crié en Chile, así que el italiana es solo el papel, amo Chile—

—¿Prefieres vivir aquí?—

—Es interesante—sonreí—Aparte mi mamita está acá, cuando tengo que salir del país igual me duele, la extraño caleta, pero cuando vuelvo voy siempre a verla—

—¿Y volviste hace mucho?—

—No, en realidad hace super poquito por eso salimos a carretiar y quedó la cagá—alcé los hombros.

—Si caché, pero no te preocupes por weas, al final siempre van a hablar por recibir más visitas y atención no mas, no les importa si es mentira o no—

After your love ||Charles Aranguiz||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora