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— ¡Weon! —grité llamando la atención de varios de mis compañeros.

O ex compañeros gracias a dios.

— Soy superior conchetumare —hice una cara extraña y me acerqué al Erick y el Edu, quienes me miraban de manera divertida.

— No se quien está más cagao de la cabeza, cabra culia —se acercó el Edu y me abrazó— Oye —me hizo mirarlo— Felicidades, cabra chica —besó mi frente y me abrazó nuevamente.

El Erick se acercó también y empujó al Edu, para abrazarme él esta vez.

— Nos vamos mañana —susurró en medio del abrazo.

Mañana mismo, weon. Que emoción.

— Que se siente tener dos carreras, ser una modelo preciosa y ser un amor de persona —

— No soy un amor de persona, que te pasa —

— Si lo erí —

— Si, si lo soy —le tiré un beso.

Se veían tan lindos estos weones con traje.
Charles no pudo estar, ya que esta semana tenía 2 partidos y lo entendía completamente. Y yo me iba a ir con el Erick de vacaciones, así que no iba a verlo hasta las fiestas.
Eran al rededor de dos semanas las que íbamos a estar webiando y paseando por varios lugares, pero nada mejor que salir con tu mejor amigo de vacaciones, a donde sea que haya comprado los pasajes.

— Alex felicidades —llegó corriendo la Cami junto con mi hermano y mi sobrino.

— Gracias —la recibí y nos abrazamos, cuando nos separamos, miré al Benja— ¿Y la Monique? —

— Se enojó, viene ahí —apuntó con la cabeza hacia la entrada.

Venía una rubia despampanante caminando con todo el estilo que podía tener y unos zapatos de 10 o 15 centímetros, se veía preciosa esta weona.
Le regaló una mirada de desprecio a mi hermano y pasó a abrazarme con una sonrisa enorme.

— Sabí que me daba lata pero estoy muy orgullosa de ti, mona del diablo —se empezó a reír y le siguió mi hermano, después todos los cabros.

Nos fuimos pá la casa, el Edu pidió no se cuanto sushi pá celebrar. El Benja se fue con el Damián y la Monique, ya que le echamos obligada, al Erick lo mandamos con la Cami y yo me fui con el Edu en mi auto.

Al llegar a la casa, estaba el Gary, la Cata, la Nico y la Cristi con ambos niños. Me emocionaba que todos ellos estuvieran aquí para mi.
Y la verdad es que la estábamos pasando super bien, pero sentía que me faltaba mi mamá. Había un vacío en mi pecho porque siempre pensé que iba a estar ahí para mi.

El Benja se acercó a mí, estaba con el Damián en brazos.

— ¿Como estai? —cuestionó acercándome a él con su brazo desocupado.

— La hecho de menos —murmuré abrazándome a él.

— También yo —dijo por lo bajo.

— Tía, ta bien —dijo el Damiancito, cuando lo miré me estiró los brazos.

Lo tomé en brazos y lo miré con una sonrisa.

— La gueli tá en el cielo —fruncí el ceño y miré a mi hermano de reojo. No les habíamos dicho nada— Ella siepe va a etar con nosoto —un escalofrío recorrió mi cuerpo, asentí con un puchero y lo abracé.

— Si mi amor, tienes razón —besé su pelito—Gracias mi niño —

— De nada tía —me dijo con una sonrisa, se bajó y se fue corriendo hacia la casa.

After your love ||Charles Aranguiz||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora