Alexandra Santoro López, ha tenido suficiente con personas de la farándula chilena, pero cuando conozca a Charles su concepto cambiará, no antes de pasarlo unas 100 veces por su cabeza.
La última vez Alexandra escapó de Chile dejando todo atrás, per...
Nos fuimos de Miami para llegar a Italia y despues partiriamos a Alemania a pasar las fiestas con el Charles, habíamos hablado del tema del Erick con su familia y no había problema, no quise mencionarle lo que decía en las noticias sobre nosotros y si no lo sabía mucho mejor, porque aún quedaba una semana para librarme de problemas.
Aparte el Erick me había traído al país en dónde vive, no era tiempo de enojarse o traer problemas.
Edu, bb✨ Mi niña, me dijo el sopita que andan en Italia.
Alexss bb💖 Si, no me dijo que veníamos a Italia hasta que nos llamaron en el aeropuerto.
Edu, bb✨ Bacaaan, ¿Están en su casa?
Alexss bb💖 No, en realidad estamos en otra ciudad Quiero que se despeje de lo que está pasando en Chile con su family.
Edu, bb✨ Que pasó??
Alexss bb💖 Si el no te lo dijo no te lo voy a decir, so sorry.
Edu, bb✨ Que Eri maraca 😤
Alexss bb💖 Siempre, mi amor 😘
Edu, bb✨ Si estamos con esa, no me aleguí después.
Alexss bb💖 Ya se que andan con los chiquillos en Brasil.
Edu, bb✨ Que? Quien te dijo?
Alexss bb💖 Las chiquillas 😘 Loviuuu
— Oye, bella —me llamó el Erick. Levanté la cabeza a la rápida pa que siguiera hablando — ¿Querí salir a dar una vuelta? —
Saqué la mirada de mi teléfono y dejé a un lado la conversación con el Edu.
— Quiero salir a dar una vuelta hace rato, bebé —me levanté.
— Debiste haberme dicho —me miró mal.
— Ñee —alcé los hombros y me fui a poner unas zapatillas.
Tenía un vestido blanco muy fresquito y liviano, me gustaba mucho.
Fuimos a dar una vuelta, tomar desayuno y almorzar a un par de lugares que le gustaban al Erick.
— ¿Y como la has pasado? —me preguntó llevándose un pedazo de pizza a la boca.
— Súper —asentí mientras masticaba mi comida, me regaló una sonrisa y su teléfono vibró sobre la mesa.
— Oye, no es por ser metido —dijo luego de mirar el teléfono. Fruncí el ceño y lo miré atenta— Es que pensé que el Charles te había dicho que la Fernanda ya estaba allá...—
— Pero si esa weá la leímos antes de salir de Miami, Erick —alcé los hombros y seguí comiendo.
Me miró como debatiéndose internamente, estaba indeciso, finalmente me pasó su teléfono desbloqueado, por el que se extendía una foto como si la hubiera tomado un paparazzi.
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