After your love ||Charles Aranguiz||

22

-Hasta cuando te vai a quedar-le dije en forma de pregunta.

Estábamos acostados en mi cama, mirando el techo, hablando de la vida, de cosas aleatorias, de estupideces, de todo.

-¿Te puedo hacer una pregunta?-dijo evadiendo la mía.

-Ahá-

-¿Querí...-

-Cabros, a tomar once-dijo la Cata apareciendo en la puerta.

La miré de una y le sonreí.

-Ahí vamo'-asentí.

-Pensé que estabai estudiando tú-dijo con un tono de burla.

-Estamo estudiando-dijo el Charles apoyándose en su codo y mirando a mi hermana.

-Qué-alzó las cejas-¿Anatomía?-soltó una risa y se dio la vuelta-A mi no me hacen weona, mi estudio de anatomia anda allá abajo jugando-y se fue.

Negué con la cabeza lentamente y giré para mirar al Charles.

-Que me ibai a decir-cuestioné al verlo mirando el techo.

-No, te digo después-sonrió y se sentó.

Lo miré con los ojos entrecerrados, pero finalmente sonreí y me senté también.
Después de un suspiro me levanté y empecé a caminar hacia la puerta, dándome cuenta que Charles estaba sentado en la orilla de la cama mirando el suelo.

-Ya po, que va a venir la Cata y nos va a llevar de una oreja a tomar once-le dije con una sonrisa, acercándome a él.

-Ya, no me aguanto-dijo y me tomó de la cintura.

Me acercó a él y me senté sobre su pierna, él acarició mi cintura, dejando múltiples besos en mi cuello. Subió hasta mi boca, devorandola a su paso, se detuvo un segundo y me miró a los ojos.

-Que chucha tení, Alex-reclamó respirando con fuerza.

Fruncí el ceño y junté nuestras frentes.

-Soy irresistible, ah que no-me reí para luego mojar mis labios.

Él asintió.

-Exactamente eso-susurró acercando nuevamente sus labios a los míos, nuestras frentes seguían juntas, me dio un fugaz beso y me miró a los ojos-Oye-dijo despacito.

-Que pasa-un escalofrío recorrió mi cuerpo, haciendome tiritar.

-¿Querí pololiar conmigo?-susurró con una leve sonrisa.

Parpadee con lentitud y me alejé unos cuantos centímetros de su rostro, ¿enserio me estaba pidiendo pololeo?

-Wirklich?-dije en alemán, sintiendo el latido de mi corazón en todo mi cuerpo.

Asintió despacio y mordió su labio inferior por algunos segundos.

-Obvio-sonreí y le di un beso, que no se cuanto duró pero estuvo bien weno.

-Me asustaste-dijo sacando una mano de mi cintura y pasandola por su pelo.

-¿Por?-cuestioné con una leve sonrisa.

-¿Queríai asustarme? Te quedaste callada por un minuto completo-

-Estaba analizando la situación-me reí-¿A eso viniste?-

-Es que me volví loco, weon-escondió su cara en mi cuello.

Solté una risita, le di un beso en el pelo, cuando escuché el grito de mi hermana desde el primer piso.

-¡Déjense de hacer cochinadas y vengan a tomar once, par de weones!-

Se separó de mi y me miró atento.