El sultán Suleiman y la Sultana Hurrem han tenido una nueva sultana que en cambio de su primera hija está fue mal recibida al llegar en un tiempo donde ambos sultanes se separaron.
Pero fue bien recibida por su tía quien juro cuidar de ella para que...
En la fría noche de primavera en unos aposentos de una mujer de cabellos rojos y mirada verde se encontraba pasando por un gran dolor, pues pronto daría a luz a su tercer hijo. Lastima que ella pensara en muchas cosas malas de aquella vida.
Cuando su dolor se fue consigo se escuchó el suave llanto del recién nacido, mientras las demás mujeres limpiaban a la joven vida la madre solo miraba a la nada sintiendo un gran dolor por la falta de su amado y el sabor de la traición al saber porqué no venía.
Mientras las mujeres miraban con ternura la hermosa bebe quien era idéntica a su progenitora con sus cabellos rojos y ojos verdes que brillaban como hermosas joyas esmeraldas. Cuando entraron nuevamente a la habitación donde la madre descansaba.
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- Felicidades Sultana, es una hermosa niña - la doctora extendió a la pequeña.
- llévatela, ¡no la quiero ver! - ordenó con enojo a su fiel amiga y ayudante Nurgan.
La joven mujer miró a su amiga sin entender pero al ver el odio en sus ojos con tristeza llevó a la niña con Firial quien no dudó en llevarla con la madre sultana ya que el sultán no estaba disponible al estar con su harem.
Con la sultana madre se encontraba su hija Hatice y la sultana Mahidevran en compañía de su hijo Mustafa. Todos en espera de noticias de la nueva vida para la dinastía Osmanlí, estaban esperando con ansias cuando la puerta fue tocada.
- adelante - ordenó la Videl cuando entró Firial con un bulto en sus brazos- Firial traes noticias?...- preguntó curiosa.
- Mi sultana, la sultana Hurrem ya ha dado a luz - saludo e informo a las tres mujeres- es una niña al sultán - informo para alivio de Mahidevran- pero...- se quedó callada por unos minutos.
- ¿Pero qué?...- insistió Hatice con un mal presentimiento.
- la Sultana Hurrem ha dado órdenes de no tener nada que ver con la bebé - miró el desconcierto de las sultanas- aquí traigo a la niña - se acercó cuando Hatice no dudo en levantarse y tomar a la recién nacida en sus brazos sonriendo al ver a la hermosa bebe.
- ¿Mi hijo aún no lo sabe?...- Ayse preguntó recibiendo una negativa de Firial.
- no sultana él también ha pedido no tener nada que ver con el bebé - Ayse sin creerlo despidió a Firial quedando solo las tres Sultanas y el Sehzade junto con la pequeña bebe quien estaba feliz en los brazos de su tía.
- por Allah - susurro Mahidevran con lastima- ni siquiera yo podría a ser algo así - la habitación quedó en silencio - ¿Como pudo ser tan cruel como dejar a un ser inocente? - La Sultana Madre miró a su nieta pensando en cómo actuar.
- Madre quiero pedirte algo - Hatice miró a su madre - deseo hacerme cargo de esta niña - dictó con autoridad- y no aceptaré ningúna objeción - advirtió callando a su madre- hola pequeña...- susurro a la bebé quien sonrió.
- Entonces que así sea - miró a su pequeña nieta y a su amada hija - desde ahora la pequeña Sultana Ahlam quedará a tu cuidado - Hatice miró con asombro a su madre por tal nombre - se que mi nieta será alguien grande a tu lado - Hatice mostró una gran sonrisa por las palabras de su madre.
Pronto se dio a conocer la decisión de la Madre sultana en todo el palacio dejando a muchos con diferentes opiniones de su gobernante y su amante, hoy el sultán no solo decepcionó a su sangre sino a todo su imperio.
Ahlam Khan, hija de sangre de la Sultana Hurrem & Suleiman el magnífico, nacida en el comienzo de una próspera época, criada por la hermana del Sultán, Hatice la hija favorita de Selim I y la mujer más influyente en el imperio otomano. Criada para ser una Sultana Magnífica.
