La Sultana es Fuerte

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Suleiman llegó con su hijo Mehmet tomando con cuidado a su hija inconsciente, los Agas rodearon al Sultan y príncipes protegiendo de cualquier otro ataque.

Ibrahim miró con preocupación el estado de su hija cuando una inmensa furia se apoderó de él, miró a todos lados tratando de ver de dónde salió la flecha.

Ibrahim: SAL DE DONDE ESTÉS!!! - grito con gran estruendo- JURO ENCONTRARTE Y MATARTE POR LO QUE HAS HECHO!!! - pájaros volaron con el gran grito del padre.

Sin encontrar el culpable llevaron a la Sultana devuelta a Estambul con un médico que sin descansar checaba a la joven, cunado el médico llegó a la conclusión de que tenían que sacar la flecha ibrahim el devastado padre la saco sintiendo un gran dolor.

Ya cerca de la capital la gente se apartaba del camino rezando por el bienestar del la Sultana más querida del pueblo. Se habían enterado del ataque a la Sultana y la gente rezo con todo su ser esperando un milagro, los padres abrazaban a sus hijas con fuerza, las madres lloraban abrazas de sus hijos y los hermanos miraban a sus hermanas con miedo a que pasará lo mismo.

El pueblo sentía lo que su Sultana estaba pasando, el pueblo quería que él culpable pagara por lo ocurrido....

El corazón del pueblo pedía venganza por haberse atrevido a tocar a su sultana...

Mientras el él palacio era un caos total las Sultanas entre lágrimas aclamaban a Ahlla que no se llevará a la joven Sultana, mientras en dos habitaciones dos mujeres totalmente diferentes lloraban por la misma causa

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Mientras el él palacio era un caos total las Sultanas entre lágrimas aclamaban a Ahlla que no se llevará a la joven Sultana, mientras en dos habitaciones dos mujeres totalmente diferentes lloraban por la misma causa.

Hatice tubo que estar sedada ante terrible noticia pero aún estado sedada se permitió llorar con desesperación. La Sultana se culpaba una y otra vez de no haber insistido de que su leona se quedará con ella y sus hermanos.

En otro lado la Sultana Hurrem aquella mujer llamaba con tanta tristeza que hasta el mismo Ahlla tendría pena por la mujer. Sus hijos estaban tristes por lo ocurrido más no entendían el porque su madre le afectaba tanto, los mayores se dieron la idea de que su prima era muy importante para su madre.

Cuando todos estaban sumidos en su tristeza la noticia del que el sultan y los príncipes habían llegado al palacio no tardó en levantar un poco el ánimo del harem.

En la habitación del Sultán fue colocada la Sultana boca abajo para no abrir aún más la herida.

Suleiman: llamen a mi médico!!! - le grito a los guardias quienes fueron inmediatamente a cumplir con lo pedido - Mustafa, Mehmet vayan a cambiarse de inmediato - ambos príncipes asintieron para retirarse lo más rápido posible.

La puerta fue abierta con gran fuerza por la Sultana Hurrem quien entró mirando con horror el estado de su hija, Suleiman se apresuró a tomarla entre sus brazos para que no tocará a la hija de ambos.

Hurrem: MI NIÑA!!! - el grito desgarrado se escuchó por todo el palacio estremeciendo a todo aquel que lo oiga.

Sin más el médico entró agitado a la habitación corriendo directamente a la joven en la cama, Suleiman salió de la habitación aún abrazando a su amada sintiendo lágrimas caer de sus ojos.

Ibrahim y Hatice esperaban noticias en los apocentos de la madre Sultana de hecho todos esperaban noticias en el mismo lugar, todos en esa habitación estaban cansados tanto física como emocional

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Ibrahim y Hatice esperaban noticias en los apocentos de la madre Sultana de hecho todos esperaban noticias en el mismo lugar, todos en esa habitación estaban cansados tanto física como emocional.

Osman y Chiganger quienes dormían en el regazo de su madre fueron quienes sintieron más la repentina separación de su querida hermana.

Pronto las puertas fueron abiertas por Sumbul quien entró seguido del médico, todos se levantaron excepto las mujeres que cargaban a sus hijos.

Ayase: por favor dígame qué mi nieta está bien - suplico la Sultana mirando al hombre.

El hombre miró a la Sultana unos minutos que les pareció una eternidad cunado quitó su seriedad a una sonrisa.

- La Sultana es muy fuerte ella está fuera de peligro - aseguro el hombre.

Ayase: Gracias a Ahlla! - grito abrazando a su hija quien sonreía entre lágrimas.

Hurrem abrazo a sus hijos con una sonrisa enorme mientras Suleiman los abrazaba por detrás con una sonrisa.

La Sultana Shahrazal abrazo a su hermana feliz de que su sobrina estubiera bien.

Esa misma noche todo Estambul celebró en grande la vida de la Sultana más amada de la Capital.

La Sultana MagníficaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora