Sumisa de mi Sexy Vecino

Capitulo 14: "Celos estúpidos"

—¿Porqué? Yo lo único que te pido es sinceridad. Así que si no lo vas a hacer, será mejor que lo dejemos acá.— me dolió muchísimo decirle eso. Pero una relació se basa en confianza y honestidad. Y si nuestra relación empieza así no funcionará.

—Yo quería que lo recordaras. Pensé que si te lo decía tal vez hubieras dicho que lo estaba inventando. ____ yo de verdad quiero que me perdones. Quiero estar contigo. No sabes que sería de mi vida si no estas en ella.— sus palabras demostraban sinceridad.

—Yo... está bien. Tienes razón, no debí enojarme. Es verdad que no te creería.— dije mostrándole una sonrisa. Él me la devolvió y depositó un beso en mi frente abrazándome.

~*~

Will me dejó en mi casa al finalizar la velada. Me dí cuenta que es un chico muy posesivo y controlador. Siempre quiere saber lo que estoy haciendo y con quién.

Han pasado cinco días desde que acepté ser su novio y no puedo dejar de sentirme contenta y feliz por la nueva relación que estoy llevando con Will.

En la escuela Ryan Sandford se me acercó y me preguntó por cómo me había sentido pues al parecer se enteró de mi accidente. Además empezó con un discurso sobre cómo quería empezar una relación conmigo. En un descuido de mi parte Ryan me besó. Yo lo detuve y le dije que tenía novio. Él me pidió disculpas y se fue.

Fue muy extraño pero luego Chloe me contó que antes de mi accidente Ryan había estado intentando hablar conmigo. No le tomé importancia ya que mi presente ahora era Will y no iba a echarlo a perder por Ryan. Tampoco se lo conté a Will, no lo vi de mucha importancia.

Hoy era viernes y Will al terminar las clases me llevaría a comer un helado. Lo estaba esperando junto a su auto cuando lo veo conversando con sus amigos. Al parecer le estaban contando algo, y creo que era sobre mí, ya que me dirigió una mirada amenazadora e intimidante. Jamás lo había visto así con esa expresión en su rostro.

Se despidió de ellos y se empezó a caminar con paso decidido y firme aún conservando esa expresión en su rostro.

—Entra al auto.— dijo con el ceño fruncido. Obviamente está muy furioso.

Entré rápidamente en silencio y me puse el cinturón de seguridad.