Aprender a sanar [Tamaki amajiki]

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[Narra kiyoko]

—¡es tarde, es tarde! ¡Vamos! — exigí golpeando con la almohada a Uraraka.

—mmhm... 5 minutos más —.

—¡Vamos! ¡Momo ya se levantó, y aun falta Usui, Jiro y Mina! —.

Eran cerca de las 5:00 am y teníamos que estar afuera a las 5:30, supuestamente tenía que llevar a todas ¿Como se supone que lo hiciera si ninguna se levantaba? Luego de una breve pelea a las 5:29 todas al fin salimos de la habitación.

Rápidamente papá explico cómo en el trascurso de estos meses hemos mejorado tanto nuestros quirks como nuestras emociones y la teoría sobre el "heroísmo" sin embargo el avance físico había quedado algo atrás.

—por favor —suplique.

—...deberíamos pedir permiso ¿No quieres entrenar con los que ya tienes? ¡Tus reflejos, telequinesis o el manejo de sangre! —.

—papa, solo quedan dos niveles más, y ya tengo el control de los otros ¿No es mejor... Pedir perdón que permiso? ¡Algo así dijo Hiza! —me queje.

—...Yamada debería dejar de enseñarte cosas malas, no lo haré —se negó.

—le pediré a otra persona —.

—¿... cuando... Desde cuándo eres tan llevada a tu idea? —pregunto sorprendido.

—si sucede algo o me siento mal, avisare ¿Si? ¡De todos modos no puedo tenerla por siempre! — sonreí, llevaba al menos 20 minutos del entrenamiento de todos, tratando de convencer a papa de que era capaz de manejar cualquier sircustancia que deparara sacar mi pulsera.

—vaya... Bien, conseguir el avance de los quirks de todos esta bien —acepto —ah... Lo explicaré después, solo hagamoslo—.

Luego de eso, estire mi muñeca y como siempre, saque el seguro para que esté, girará la perilla permitiendo así, que otro golpe de energía golpeara en mi casi quitándome la respiración, cai de rodillas y una vez en el piso todo lo que podía sentir era como, otra vez las voces, está vez más reconocibles resonaban en mi interior.

pude ver claramente como esta se desprendio de mi, dejando consigo unas pequeñas marcas en la parte delatera, y trasera de mi muñeca, pues la pulsera tenia un sistema de agarre, un poco... exotico.

Silencio.

Ella dijo Silencio.

¡Cállate idiota!

...

¡ya basta! ¿No entienden palabras? Les estoy diciendo que hagan silencio así que detenganse ¿¡Bien!?

...bien

¡quien te crees!

...

Tu dueña, Daiidairo, si no te gusta, Resuelvelo por ti mismo.

Me volví a levantar, y abrí los ojos, todo brillaba casi cegandome —¿Como te sientes— pregunto papá Zawa preocupado.

—tu...Pfft...estas amarillo—.

—¡bien, vamos a la enfermería! —. Exclamó tratando de tomar mi mano cuando, una sombra, entre roja y negra, emergió desde mi, bloqueandolo, cuando ese volvió a acercarse está de nuevo le bloqueo, pero cuando yo trate de acercarme se envolvió en mi mano, casi como un guante. —¿Es tuyo? — pregunto.

—¿...Creo? —conteste casi en un susurro —levantate — ordené provocando que, sin espera está se empezara a elevar, podía sentir como salía de mi, como si me estuviese descosiendo desde dentro — Alto — volví a ordenar una vez más, haciendo que se detuviera, y así, el dolor que había empezado, también — vuelve —.