Déjame luchar en tu guerra

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[EXTRA]

"Quiero ser lo que tú eres, ver lo que tú ves, amar lo que tú amas... Tú eres mi amor y mi vida para siempre". 'Drácula', de Bram Stoker.



—¡¿E-e-eh?! H-hey.... ¿Q-que pasa? —.

—...me siento mal — musitó la más baja.

El otro, abriendo los ojos con sorpresa y apartandola levemente, pregunto inspeccionándola con preocupación  — ¿T-te duele algo? ¿¡Te llevo a la enfermería¡? ¿¡Llamo a Mic- sensei!? No... Hospital, si te due- —

—Tamaki —interrumpió la chica, llamándolo por su nombre, a la vez que volvía a colarse entre sus brazos —estaré bien si te quedas así —susurro.

El azabache soltó un suspiro, y como muchas veces antes, acarició su cabello, kiyoko temblaba —¿Q-quieres que vaya por algo de tomar...? —

—...No, no, No quiero, solo quédate conmigo...¿Si? Por favor... — murmuró escondiendo su cabeza entre el pecho del chico.

Comúnmente este ya se estaría escondiendo, corriendo o entrando en pánico, pero esta vez, junto toda su fuerza de voluntad para quedarse allí, con ella, y poder hacerla olvidar —estoy aquí... —

Durante las últimas semanas, ese chico, quién ahora abrazaba a la más baja, se había convertido en una de las personas que más la conocía, que más la entendía, y que más quería cuidarla y apreciarla.

Tamaki sabía.

Sabía que su pequeña kohai, con la que podía bromear, avergonzarse, contar historias y hablar, como nunca, quién antes parecía ser la más fuerte y la más valiente, poco a poco, le empezó a mostrar ese lado vulnerable y a pedirle ayuda.

Él lo entendía, y así como lo entendía, empezaba a quererla cada vez más.

Para el, kiyoko era su chica perfecta, todas sus historias, sus palabras, todas sus ideas, eran lo que lo hacían amarla.

Quería ser más valiente, más fuerte y poder protegerla, cuidarla.

Mientras, la menor buscaba envolverse en los brazos de su primer amigo, su corazón iba rápido, miedo, nervios o el sentimiento que fuera, la abrumada, pero aún así, su primer pensamiento estaba en el azabache, su olor, sus manos, su voz, su todo.

¿podía simplemente esconderse en los brazos de su sempai y esperar que el mundo siguiera sin ellos dos? esa calma, ese ambiente tranquilo, el acariciando su cabello tembloroso y ella respirando el aroma que el emanaba, solo ellos dos... ¿tenia que desaparecer?   



Aprender a sanar [Tamaki amajiki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora