3: Historias antiguas

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—Buenas noches —Childe casi se cae al suelo al sentir que las piernas le fallaban, la sangre le bajó de todo el cuerpo y sentía que su alma salía de su cuerpo, ¿estaba viendo la luz?—. Soy Zhongli.

El pelirrojo se quedó en silencio, conteniendo la respiración mientras sentía que su corazón volvía a palpitar con fuerza. Esta vez era Zhongli, no hubiera hecho falta ni que se presentara, solo con escuchar su saludo lo reconoció por la voz.

—Disculpe que no pudiera atenderle cuando llamó anteriormente, estaba finalizando una reunión. Espero que me disculpe —su voz era suave, Childe casi podía sentir como si realmente se estuviera disculpando, como si de verdad, le estuviera pidiendo perdón.

Carraspeó un poco, aclarándose la voz.

—No se preocupe, no... He llamado hace poco —no sabía qué decir. Miró la botella encima del mármol, pensando en las palabras adecuadas.

'Qué diablos... Estoy hablando por teléfono con el hombre más poderoso de todo Liyue...'

Recordó que no le había dicho su nombre aún, así que se dispuso a hablar.

—Imagino que habrá llamado para continuar con la charla que dejamos a medias —Zhongli habló antes de que Childe pudiera decir nada—. Ahora mismo he finalizado todos mis deberes de hoy, por lo que si le apetece podríamos ir a cenar.

Childe abrió la boca para decir algo, sin embargo la cerró. ¿Ir a cenar? Esa semana no había tenido mucho tiempo para hacer la compra, se maldijo a sí mismo por haber estado holgazaneando todo el día de hoy. La oferta sonaba tentadora, pero si iba con Zhongli no podía esperar ir a un restaurante barato, y no es como si él tuviera tanto dinero como para permitirse esos lujos, ni siquiera una noche. Tampoco creía que Zhongli fuera a pagar la cuenta de los dos.

—Claro... Me encantaría.

'¡No, ¿por qué aceptas?!'

Le dieron ganas de darse un golpe en la cabeza contra la pared, ¿cómo podía ser tan estúpido?

'Piensa, ¡rápido!'

—Le... Le parecería bien que yo... —realmente iba a decir una estupidez—. ¿Podría escoger yo el sitio? —Childe contuvo una vez más la respiración, y cerró los ojos con fuerza. Le sudaban las manos.

—Pues claro —volvió a respirar.

—Gracias...

'Bien, un plan magnífico. ¿Y adónde vamos?'

Ahora había puesto toda la responsabilidad de la salida en sus hombros, y normalmente no le hubiera importado, pero esta no era una situación normal. Childe pensó en las opciones que su bolsillo podía permitirse, y lo único que se le pasaba por la cabeza eran restaurantes de comida rápida.

'Espero que no sea muy quisquilloso con la comida'.

—Le... —su estómago le estaba matando de los nervios, iba a hacer el ridículo—. Le parecería bien ir al... ¿Al McDonald 's?

Childe sentía cómo ascendía a Celestia, Arcontes, ¿qué estupidez acababa de decir? Rezó a cada una de las divinidades para que Zhongli no dijera algo que le hiciera sentir aún peor, le daba igual que lo pensara, solo que no lo dijera.

—Me parece bien, no tengo ningún inconveniente —Childe no detectó ningún ápice de mentira en su voz, pero este hombre debería estar acostumbrado a mantener la compostura en cualquier tipo de situaciones, así que no se hizo muchas ilusiones—. ¿A qué hora?

—¿Le parece bien a las diez? —su voz sonó extraña, se sentía pequeño y ridículo. Esto no le estaba sentando bien a su orgullo.

—Perfecto.

𝙂𝙊𝙇𝘿𝙀𝙉 𝙀𝙔𝙀𝙎 [ 𝘼𝙐 𝘾𝙝𝙞𝙡𝙞 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora