Capítulo: IX

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Hola de nuevo! Ya vamos por el capítulo 9! Que intenso :v
Diooos, hoy fue un día ocupado. Hasta pensé en no actualizar hoy debido al cansancio pero nel! Hay que agarrar velocidad! Que tengo mi necesidad de lectora de la pareja jajaja aunque ando ocupada leyendo una novela china (El rey demonio siempre piensa que estoy secretamente enamorado de él [les recomiendo que se lean las de la autora MXTX, si es que les interesa xd] ) y ahhh tengo que terminarla antes de agarrar los fanfics también porque luego pierdo el hilo xd (de hecho en eso estaba antes de ver Tokyo Revengers y enamorarme de esa pareja que me impulsó a hacer fanfics xd)

Sin más, ya saben! Les dejo iniciar con el cap xd.

...

En el hospital les habían informado que Takemichi no tenía heridas serias pero que lo mejor era ponerle una pomada en los moretones para calmar el dolor y de paso serviría para la mordida y marcas que tenía en el cuello. Takemichi murió de vergüenza en ese momento. El doctor que los atendió alabó la resistencia de Takemichi, otra persona bien podría haberse fracturado alguna costilla o tal vez haberse caído algún diente. En pocas palabras, Takemichi era un buen saco de boxeo que no se rompía fácilmente.
Después de la visita al médico surgió una plática en la que Takemichi le dijo a Mikey que no debería preocuparse, contando así su experiencia del pasado en donde era un delincuente más y el cómo recibió las palizas de otros durante mucho tiempo. Aunque en esta ocasión también influyó que no fue al hospital porque no tenía dinero suficiente para comprobar su estado de salud. De hecho Mikey amablemente había pagado los gastos de las radiografías y medicamentos recetados. Takemichi ahora sentía una necesidad de pagarle lo que había gastado, pero si lo hacía quedaría corto de presupuesto y tampoco quería agarrar dinero del que Draken le dió porque quería devolverlo mañana. Por el momento no diría nada pero lo anotará mentalmente para devolverlo a Mikey cuando se fuera pasados los días.

Cuando regresaron al departamento, ambos sintieron que había sido un buen día, claro que hubo ciertos momentos incómodos y ahora Takemichi estaba pensando en comprar mañana después de comer con Draken algo de maquillaje para cubrir las marcas, mientras tanto usaría una prenda de cuello alto.
Ambos tomaron una ducha por separado y luego charlaron otro rato antes de dormir, platicando chistes o experiencias.

- Oye Takemicchi, no te olvides de ponerte la pomada que te dijo el doctor - recordó Mikey. Quería que Takemichi lo usara, sentía que tenía cierta obligación de cuidarlo por el recuerdo de su hermano.

- Cierto - suspiró. Realmente no quería ponerse nada pero no podía dejarlo pasar ahora que Mikey le había recordado, menos cuando la persona que lo compró estaba frente a él - Gracias por recordármelo -

Takemichi se quitó la playera. En esta ocasión Takemichi no sintió tanta vergüenza porque lo viera Mikey, ambos eran casi amigos por lo que no debería haber problema con eso, y si hablaban del altercado de la noche pasada sólo fue un pequeño accidente desafortunado. En su piel ahora totalmente expuesta se veían todos los lugares que tenían una coloración violacea, algunos lugares más que otros.
Mikey se molestó, un extraño había golpeado a Takemichi y había dejado esas marcas en su cuerpo, de por sí ya era molesto el olor a vainilla que seguía teniendo por culpa de la marca de olor. Sólo gente desconocida marcando a su futuro cuñado.
El beta comenzó extender la pomada en su abdomen, brazos y en los costados, su pecho de había salvado de los golpes y por lo tanto no tenía moretones. Mikey observó los movimientos de Takemichi, parecía un poco seductora la forma en que lo hacía, lento, suave y constante. No pudo evitar dirigir una mirada a los pezones rosados del chico, eran lindos. Cuando ese pensamiento pasó por su mente, Mikey desvió la mirada y se tranquilizó, seguramente eran los restos de su excitación de ayer.

Takemichi terminó de untarse en los lugares que tenía a la vista pero sabía que aún había moretones en su espalda. Tal vez debería pedirle ayuda a Mikey.

Conociendo a mi alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora