"𝒀𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒐𝒘...𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖 𝒊'𝒅 𝒃𝒍𝒆𝒆𝒅 𝒎𝒚𝒔𝒆𝒍𝒇 𝒅𝒓𝒚" - Coldplay - Yellow
Si había algo que odiaba de su poder eran las visiones, y mas esa que había tenido no hace mucho en la que corría el riesgo de perder lo mas preciado para e...
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Seis meses después...
Irina hacia las compras para el almuerzo, salió del supermercado con sus gafas de sol y de inmediato se colocó el gorro que le había regalado Pietro no hace mucho de unas artesanías en el centro de la ciudad, mientras caminaba de vuelta al apartamento que Visión les había conseguido, Irina sintió como si alguien la observara o siguiera, pero no prestó mucha atención y solo siguió su camino de vuelta a casa, todo en los últimos meses había pasado de maravilla, Pietro e Irina intentaban llevar una vida normal en Suecia mientras sabían que Wanda y Visión intentaban lo mismo en Escocia, del resto de los vengadores se enteraron que Scott y Clint se entregaron a las autoridades y les habían asignado casa por cárcel lo cual no era tan malo; en cuanto a Sam, Nat o Steve no tenían noticia alguna, eran fantasmas, simplemente se los había tragado la tierra, ya que por más que los buscaran nunca lograban dar con ellos.
—Irina Labrot —Habló una mujer a espaldas de ella la cual hizo que se preparara para cualquier cosa, Irina volteó lentamente y se encontró con una joven chica morena la cual la miraba con una sonrisa.
—¿Quién eres? —Preguntó Irina marcando su acento.
—Mi nombre es Shuri, princesa de Wakanda —Dijo la chica acercándose lentamente para darle la mano a Irina.
—Un honor princesa —Dijo Irina estrechando su mano con ella bajando la guardia un poco. —¿Qué la trae por acá? ¿Necesita algo de mí?
—De hecho, si, el capitán Rogers nos informó que usted nos puede ser de mucha ayuda para ayudarlo con su amigo, el sargento Barnes —Dijo la chica.
—Oh sí, yo ofrecí mi ayuda —Dijo Irina asintiendo en varias ocasiones.
—Bueno pues, despertó de su siesta y pensamos que es momento de que sigamos con el proceso de restauración de su memoria —Dijo Shuri.
—Ok entiendo, ayudaré, pero primero ¿Por qué no entramos a la casa? —Dijo Irina con una sonrisa.
—¡Claro! Te acompaño —Dijo Shuri mientras volteó para decirle a las mujeres que la custodiaban que subiría.
