Capítulo 3.

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—¡Alison! ¡Mira esto! —dejé la caja de CDs en la que estaba buscando algo que me llamara la atención. Cuando llegué hacia el, estaba rodeado de cajas, y en sus manos tenía un montón de discos —¡Es un disco de McFly! —McFly, una de sus bandas favoritas.

—Si quieres llévalo, no tengo problema, la primera vez que vine estaba igual que tú —el me sonrió y yo me senté a su lado para ver discos de cuales bandas había elegido llevar, reconocí algunas como Green Day, The Used, State Champs, Pink Floyd y Yellowcard.

—"Si alguna vez viviésemos en el infierno" 

—¿Qué dijiste? —despegué mi vista de los discos para mirarlo.

—"Si alguna vez viviésemos en el infierno" —me mostró la portada de un libro —¿Puedo comprarlo? —yo asentí, el lo puso junto a los discos y siguió comprando montones de cosas por unos cuarenta minutos.

Calum despilfarró todo su dinero en cosas que le llamaron la atención en el momento, desde discos de bandas que ni siquiera conocía, hasta libros que quiso comprar sólo porque tenían linda portada. Y no lo culpo, una vez que entras a esa tienda, ya no hay vuelta atrás, bueno, eso me pasó a mi la primera vez que vine. Yo no me quedé atrás y también compré cosas para mí, pero claro que no tantas como Calum.

—¿Estás feliz? —le pregunté sabiendo la respuesta. Cuando la noche reclamaba el escenario nosotros apenas estábamos saliendo de la tienda, los ojos de Calum brillaban con emoción mientras miraba las infinitas bolsas en sus manos.

—¿No se nota? —me miró con una sonrisa amistosa plasmada en su cara mientras caminaba a mi lado.

—No, para nada —claro que sí se notaba. El dejó de caminar y por reflejo yo también lo hice.

—Gracias bonita, enserio muchas gracias, no sabes lo feliz que me haces, aunque olvidaras que vendríamos hoy —soltó una pequeña risa y me abrazó con firmeza.

—No me agradezcas, como siempre te digo, es un placer hacerte feliz —le contesté correspondiendo al abrazo. 

El besó mi mejilla y deshizo el abrazo.

—Cállate, me vas a hacer llorar —dijo sonriente cubriéndose el rostro con sus manos.

En el resto del camino estuvo hablándome sobre música, y sobre lo que pasaría mañana después de la escuela, según el estaba tratando tranquilizarme pero lo único que lograba era ponerme más nerviosa de lo que ya estaba.

—Es un lugar... Se podría decir que... ¿Escondido? —lo miré extrañada, ¿Un lugar escondido? Él hizo una pequeña pausa, tomó aire y lo mantuvo en su boca inflando sus mejillas, luego lo soltó y habló —Está bien, no como tal, es muy poco conocido y su entrada es "poco accesible" —hizo las comillas con sus dedos y continuó —y tampoco se distingue a simple vista.

—Calum, eso es técnicamente lo mismo.

—Está bien, sí, es un lugar escondido, pero no sé por qué te genera conflicto.

—No es que me genere conflicto... Es que...

—Te pones nerviosa —afirmó con total certeza, pero estaba en lo correcto. Yo asentí y el rió —Relájate bonita, piensa en que antes de que él te gustara, eran amigos, bueno, técnicamente aún lo son, pero tú me entiendes, sólo convive con el como lo hacías antes y todo estará bien.

—Lo dices como si fuera tan fácil —respondí sacando las llaves de mi bolsillo trasero para abrir la puerta de la casa, el camino se me había hecho corto, pero ¿Cómo no? Estaba con Calum.

In The Middle Of The Forest || N.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora