Seda pintada 🌆

145 17 10
                                    

- Llegas tarde, amor - me regaña Lisa mientras bate huevos tras mi amada isla de mármol. 

El desastre a su alrededor lanza una llama de ansiedad a mi vientre. Es muy buena en lo suyo, pero destroza mi cocina. Trato de apaciguar los nervios que me provoca que no sea capaz de batir cuatro huevos sin sacar todos los utensilios disponibles de sus cajones y de llenar de porquería toda la casa, por lo que me acerco a ella rodeándola con mis brazos por detrás, buscando su calor. A fin de cuentas tiene razón, llego muy tarde.

- Lo siento, se han complicado un poco las cosas por el restaurante. ¿Ya has seleccionado los manteles? - pregunto sobre su cuello, aspirando ese rico olor a fresa que siempre me ha encantado. 

- Si es por ti comeríamos sobre manteles de papel. Sí, los he elegido. Y el resto de ropa de mesa, servilletas, fundas de sillas, cortinas, toallas para el aseo... esto es agotador Cook, y no estás colaborando en nada - me recrimina con tristeza. 

- De verdad que lo siento. Seguro que has hecho la mejor elección, bebé, tienes mejor gusto que yo de aquí a Lima, no me necesitas para esto - digo tratando de elogiar sus habilidades estéticas, pero mi estrategia falla por completo. 

- ¿Que no te necesito? ¿Acaso me caso conmigo misma? No sé Cook, de verdad que a veces siento que no te importa nuestra boda - dice despegándose de mí y yéndose hacia el fregadero a lavar los restos de huevo batido de sus manos. 

- Claro que te casas conmigo, pero soy un cero a la izquierda en cuestiones de diseño, tu opinión es cien veces más relevante que la mía. Confío cien por cien en lo que elijas Lisa, sé que será todo perfecto - 

- No se trata de eso - dice enojada restregando con fuerza sus manitas. 

- ¿Y de qué se trata? - 

- De que quiero pasar tiempo contigo, hacer esto juntos, prepararlo juntos. Como una pareja - 

- Somos una pareja - 

- Parece que Sabor es tu pareja. Desde que abriste ese restaurante apenas nos vemos, solo dormimos juntos. Ya casi no comemos juntos, ni aunque cambie todos mis horarios para coincidir contigo, a veces ni apareces - 

- Eso no es verdad Lisa... Ayer cenamos juntos. Hoy cenaremos juntos - 

- Porque yo cambio mis rutinas por ti. Almuerzo y ceno dos horas antes que el resto de la humanidad para que tú puedas ir a dar de comer a otra gente. O preparo comida asquerosa, como ahora mismo, para que al menos cuando llegues y solo tengas una hora para volver al restaurante podamos comer juntos y compartir algo - dice volteándose hacia mí con lágrimas en los ojos, secándose las manos violentamente con un trapo de cocina.

- Lisa... tengo un restaurante. Ya sabías que mis horarios eran así, cuando el resto del mundo come, yo trabajo, no puedo cambiar eso. ¿Vas a recriminarme por cumplir con mi trabajo? - trato de poner algo de razón en el rumbo que está tomando nuestra conversación.

- Entiendo tu trabajo, ¡lo entiendo! Pero cada día pasas más tiempo ahí. Son las seis de la tarde, por el amor de Dios, antes nunca llegabas más tarde de las las cuatro, pero cada día es peor. ¡Nadie está comiendo a las seis de la tarde! ?¿No quieres volver a casa? ¿no quieres estar conmigo? - pregunta con las lágrimas a punto de escaparse de sus ojos. 

- Claro que quiero volver a casa, este es mi hogar, mi lugar seguro. Claro que quiero estar contigo - digo abrazándola por la cintura, tratando de clamar el ataque de nervios que está sufriendo.

- ¿Entonces por qué no vienes? - pregunta con un dulce puchero, agachando su cabeza, tratando de ocultar sus inminentes sollozos.  

- Ya te lo he dicho, las cosas están difíciles por ahí. Hoy ha sido un día de cambios, y no podía irme así como así. Soy el dueño, amor, tengo que estar ahí -

SABOR - 맛이 나다   **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora