Universos✨

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Coloco con cuidado los ingredientes sobre la base de ramen que he preparado en apenas diez minutos. Productos frescos, de primera calidad, no habituales en los rámenes tradicionales, pero que encajan perfectamente unos con otros creando una armonía de sabores única, pero siempre pegada al ramen tradicional y sin dejar de lado su esencia. Un poco como yo. Innovador, creativo, pero sin soltar lo clásico, sin abandonar lo de siempre.

Por último, decoro la parte superior del plato con la guinda del pastel, el ingrediente sorpresa de hoy. Semen de caballa.

Gustoso, suave y delicado. Curioso. Quizá asqueroso. Pero sabroso y exquisito.

Sonrío tomando un cuenco en cada mano, pensando en las posibles expresiones de la cara de Jimin cuando pruebe mi plato. Y cuando le diga qué está comiendo. Un hormigueo muy placentero acaricia mi columna mientras me desplazo hacia el cobertizo en busca de Jimin, imaginando todas las posibilidades. ¿Indiferencia? ¿Asco? ¿Placer? La curiosidad es mi motor ahora mismo, necesito saber cuál será su reacción, pero sé que sea cual sea, la voy a disfrutar. Básicamente, porque yo disfruto cada una de las sorpresas que emanan del cuerpo de ese hombre. Me tiene fascinado y no puedo negarlo. Despierta cada una de las neuronas de mi cuerpo, creando circuitos de electricidad que creía fundidos hasta ahora.

Abro la puerta del cobertizo con mi codo, y la empujo con mi pie, encontrándome con el lugar desierto. Desierto, si no fuera porque está lleno de Jimin por todas partes. De su ropa sucia esparcida por el suelo, su música, sus fotografías, su olor... Del pequeño baño brota el ruido de la ducha, del agua salpicando por las paredes del baño y rebotando contra la rústica mampara. Imagino su cuerpo encajado en esa minúscula ducha, y pienso que quizá debería haber dedicado un poco más de espacio al baño. Es justo para una sola persona, imposible para dos.

En el mismo instante en el que deposito los bowls de comida sobre la pequeña mesa de la esquina, el agua cesa. Y yo me cuadro como un soldado. No sé por qué, pero de repente siento que estoy invadiendo su espacio y su privacidad. ¿Qué hago en la habitación de mi empleado mientras se ducha?

Por un momento me planteo salir pitando de ahí, salir por la puerta antes de que Jimin salga del baño. Pero mis piernas no están de acuerdo, se mantienen firmes, pegadas al piso. Y Jimin tampoco me da tiempo a seguir pensando, porque abre la puerta con fuerza, suspirando exageradamente.

- Dios mío, esto parece una sauna - sale quejándose del baño. Semidesnudo. Solo con una pequeña toalla naranja con una cenefa de patitos amarillos en sus bordes. Apenas le llega a medio muslo. ¿eso es una toalla de baño? Imposible.

Permanezco inmóvil, más aún que antes, sin saber muy bien qué hacer. Ni que decir. Dios mío, me siento un voyeur, un acosador. ¿Qué hago aquí?

- Si quieres me voy, no quiero incomodarte - reacciona mi parte clásica, el caballero. El cerebro que hace lo que debe.

- ¿Has traído la comida? - pregunta en cambio. Yo señalo con la barbilla los recipientes humeantes sobre la mesa - Genial, ni se te ocurra irte - ordena antes de volver a entrar al baño y salir con lo que supongo es su ropa interior sucia en la mano.

- No sé si es adecuado que esté aquí mientras te paseas desnudo - digo sin poder evitar que el rubor empiece a conquistar mi cuello.

- No estoy desnudo, llevo una toalla -

- Minúscula. ¿No tienes una toalla de adulto? - pregunto volteando mi cara a cualquier sitio donde no esté él ni sus piernas torneadas y húmedas.

- Es de adulto. No juzgues por el estampado, me gusta. El problema es que es de manos -

- ¿Y por qué usas una toalla de manos para secarte el cuerpo? -

SABOR - 맛이 나다   **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora