Plumas 🦚

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POV JIN

Entre sus infinitos defectos, como no, también está la impuntualidad. No esperaba menos de un ser tan desarrapado y hortera como él. Observo el reloj de la cocina, resoplo y vuelvo a mis tareas. 

Me desespero mientras modifico la organización de la documentación del local por duodécima vez. La búsqueda de la perfección es el camino, pero es un camino aderezado con ansiedad y mucha frustración. Nunca nada es suficientemente ordenado, suficientemente claro, suficientemente lógico, suficientemente óptimo. Siempre se puede mejorar. Esa es la causa de mi vida, y me temo que también lo será de mi muerte. Mi obsesión por la corrección me tiene siempre al límite de la cordura, del ataque de ansiedad y de la desesperación, pero al menos soy consciente de ello. Eso es bueno ¿no?

- Disculpad, perdón por el retraso, la lluvia vuelve a la población medio imbécil y no hay forma de avanzar en esta ciudad - oigo desde la puerta de entrada de la cocina. Su voz se introduce por mis oídos e instantáneamente navega por todos los nervios de mi cuerpo tensándome de inmediato. ¿Cómo es que consigue erizar mi sistema nervioso de esta manera sin hacer absolutamente nada?

- Primer día y ya estás incumpliendo y siendo un maleducado. No eches la culpa de tu irresponsabilidad a la población de Seúl, si sabes que llueve, reorganiza tus tiempos, inepto - respondo como un resorte, sin apartar la vista de mis papeles. 

Noto como el ser infame se aproxima hasta mí. No le veo, pero lo siento, se acerca rápido, su fuerza ocupa todo mi espacio personal. Está molesto, no tengo dudas, y un agradable escalofrío vuelve a recorrer mi cuerpo.

- Buenas tardes, Purpurina, yo también me alegro de verte. Te recuerdo que he dejado mi trabajo para venir a haceros un puto favor. Estoy empapado, helado y hasta los huevos de los viejos que empujan en el autobús, así que no me toques los cojones - noto su cuerpo frente a la mesa, sus brazos se apoyan en ella, su cuerpo se inclina hacia mí. El agua empieza a gotear desde su melena hasta mis papeles.

- Estás mojando las facturas, aléjate de mí - 

- Aléjate tú - 

- Aquí el único perro mojado que veo eres tú, y que yo sepa los perros no son admitidos en los restaurantes - 

- Tampoco sabía que las hienas estaban admitidas, y aquí estás tú, chillando y ladrando como una - contesta sin alejarse ni un centímetro de mí ni de mis papeles. Se están mojando. Me está mojando. 

- Al menos soy un animal exótico, no como tú, que lo más interesante que podrías ser es un mulo, que ni es un buen caballo ni es un buen burro. Y además, estéril -

- ¿Hoy estamos graciosillos, Purpurina? Segundo aviso, no me toques los cojones si no quieres comprobar de primera mano que de mulo no tengo nada - 

No puedo aguantar más, y enfrento mis ojos a los suyos. Están en llamas. Él chorrea por todas partes, tirita de frío, pero sus ojos arden. Si pudiera, me aplastaría contra la mesa, lo leo en su mirada, en sus manos apretadas en el borde de la mesa, en el tono grave de su voz. Mi hombre de negocios interior toma el mando de la situación, no me puedo permitir más escándalos, necesitamos esas malditas fotos. Y no sería una buena idea que destrozara mi maravillosa cara contra este escritorio barato. Cero glamour. Así que repliego velas, y centro la conversación en lo importante.

- ¡Time out! - grito enfrente de su cara, obligándole a cerrar sus oscuros ojos por la fuerza de mi voz rebotando contra su rostro - Me encantaría seguir intercambiando opiniones sobre la fauna mundial, pero no tengo suficiente tiempo como para perderlo contigo. En el baño de los trabajadores hay toallas limpias, pasa y sécate, tienes cinco minutos. Cuando termines, empezaremos la sesión de fotos - 

SABOR - 맛이 나다   **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora