SABOR - 맛이 나다 **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**

Exótico 🐛🌺🐜🌾🦂🌵

El servicio está llegando a su fin, los fogones ya están apagados y las últimas preparaciones de la noche dan sus últimos coletazos. Jenni prepara los postres para la mesa del fondo, una mesa con cuatro comensales, dos adultos y sus dos niñas, por lo que está poniendo mucho esmero en estas elaboraciones. A Jenni le encanta darle un toque divertido a los platos que son para los niños. Ama a los niños. Y siempre se lo permito cuando ya ha terminado el resto de su trabajo y puede dedicarle algo más de tiempo a hacerlo. Observo curioso como decora los coulant de chocolate blanco, haciendo que parezcan hermosos osos polares, añadiendo ojitos de azúcar, orejitas, colitas... una monería preciosa, que destroza mis hermosas creaciones, pero que le hacen feliz a ella y a los niños que las reciben. Vale la pena sacrificar mi obra por ver las sonrisas de los niños al ver sus adornos. Y vale la pena también por darle el gusto a los padres, que siempre aprecian que tengamos algún detalle con sus hijos, que los chefs nos salgamos de nuestra zona de confort, de nuestros ideales, para hacer felices a sus niños. 

- Listo, Roi. Puedes llevar esto a la mesa diez - dice tendiéndole el plato con los coulant-oso, orgullosa de su obra. 

- Cada día te superas Jenni - dice Roi antes de salir de la cocina. 

- Lo sé... ojalá pudiera dedicar más tiempo a los postres... - la oigo murmurar. 

Siempre he sabido que Jenni tiene predilección por la repostería, especialmente por la decoración y las tartas nupciales tremendamente exageradas. Todo lo contrario a mi cocina minimalista. Pero lo sabía cuando la contraté, acababa de terminar un curso intensivo que ofrecía una de esas pastelerías famosas por sus monstruosas tartas temáticas. Tuve que pararle los pies en numerosas ocasiones, cuando quería incluir algunas de sus ideas en mis postres. Al final, logré llegar al acuerdo con ella: le permitiría modificar mis postres cuando fueran para los niños que nos visitan. Total libertad.

Mi sorpresa llegó cuando tras aceptar nuestro trato, sus decoraciones se fusionaron con mi cocina. Ella respeta mis líneas sobrias, mi simplicidad, aplicando solo pequeños toques de diversión para transformarlos en algo atractivo para los más pequeños.

Sé que está escondiendo su verdadero yo, todo su potencial, sus ganas de añadir detalles y más detalles hasta convertir la comida en escultura, así que realmente le agradezco que se adapte a mi estilo, que respete mi esencia. Es una buena trabajadora. Si algún día puedo, me gustaría poder ayudarla a perseguir su sueño, a hacer lo que realmente le gusta, al igual que lo estoy haciendo yo.

 - Tienes talento - oigo intervenir a Jimin, que se acerca a ella secándose las manos y acercando después su mano a la espalda de ella, tímidamente, pidiendo permiso para ejercer contacto. 

Jenni levanta su mirada agradecida, encontrándose con Jimin, su sonrisa tímida y su mano elevada, a punto de hacer contacto con su espalda. Y ella le sonríe en respuesta, dándole el permiso implícito para acariciar amistosamente su espalda. Jimin lo hace, ensanchando su sonrisa todavía más. 

- Gracias Jimin, apenas has visto nada y ya has notado mi talento. Es más de lo que puedo decir de otros - dice con rintintín en sus palabras, claramente dirigidas hacia mí. 

Le hago una mueca de burla, agradecido por entrar de nuevo en un ambiente distendido. Temía que tras mi negativa a crear con mis empleados como espectadores el ambiente en la cocina se tensara, sobre todo con Jimin. Temía que se creara una guerra fría contra él. Pero me complace confirmar de nuevo que mis chicos son los mejores, me respetan y tienen un total de cero odio en sus corazones.

- Me encantaría que me enseñaras lo que haces - añade Jimin - tengo entendido que se pueden crear verdaderas esculturas con dulces - 

- ¡Por supuesto! Si Cook me deja usar la cocina en algún tiempo libre, puedo hacer contigo una de mis tartas jardín. Son mis favoritas y creo que encajan contigo. ¿Cuándo es tu cumpleaños? -