La bamba 💃

131 17 2
                                    

Sigo a Jimin hasta el interior de mi cobertizo. Perdón, su cobertizo. Me cuesta disociar este lugar de mí, tan lleno de mis gustos y motivaciones, que me cuesta asimilar que ya no me pertenece, al menos temporalmente y por propia decisión. En pocas horas, este espacio ha dejado de ser mi refugio para convertirse el suyo, tan lleno de sus pertenencias, su aroma, su personalidad.

- ¿Te horroriza ver todo esto lleno de mis cosas? - pregunta Jimin sacándome de mi ensimismamiento - Parece que miras todo con desagrado - continua tratando de borrar amablemente el raro ambiente que se ha creado en apenas un momento. 

- No, no, perdona, no quería parecer disgustado. Solo se me hace raro ver cosas que no son mías en este lugar. Apenas ha entrado nadie aparte de mi mismo, y tú en apenas unas horas has llenado esto de ti -

- ¿En serio? Nunca lo habría dicho, solo he colocado mi ropa y he puesto un par de recuerdos en las estanterías - dice observando sus cosas esparcidas en el lugar, rascando su nuca preocupado, tratando de verificar la importancia de su invasión - Si te incomoda puedo meterlo todo de nuevo en la caja, no me importa - ofrece empezando a recoger las fotos que había expuesto. Una foto de él y su amigo abrazados en una playa, y otra foto que supongo es con su familia hace unos años, su padre, su madre y otro chico que por el parecido, deduzco que es su hermano.

- ¡No, no! De verdad, esta es tu casa mientras estés aquí, siéntete cómodo. No vas a esconder tu vida para que yo no me moleste. Además, no es como que vaya a venir a tu casa a menudo -

- Pues para ser el primer día ya has venido dos veces - contesta contradiciéndome risueño, volviendo a dejar las fotos en su lugar.

- Porque me has obligado - replico al instante en su mismo todo jocoso.

- ¡Uy, sí! te he traído atado de pies y manos - me sigue el rollo.

- Casi casi. No voy a permitir que dañes mi honor, así que cumpliré con mi parte del trato. No vaya a ser que manches mi nombre dudando de mi palabra frente al resto de empleados - digo poniendo mi mano sobre mi pecho dramáticamente.

- Nunca creerían que su jefe es capaz de faltar a su palabra. Pareces demasiado honesto - dice sin dudar, provocándome un ligero sonrojo por su inesperado cumplido. 

- Gracias. Intento serlo, aunque a veces creo que soy demasiado rudo por esta misma sinceridad. Si no quiero hacer algo, o algo compromete mi trabajo, me niego a hacerlo. Y lo digo, pase lo que pase - 

- Me di cuenta. No parece que les haya gustado mucho que no quieras crear junto a ellos, pero respetan tu decisión - 

- Tienen que hacerlo, en esto no voy a ceder - 

- ¿Puedo preguntar por qué? - 

- ¿Por qué qué? - 

- ¿Por qué no lo quieres compartir con ellos? - 

- Porque mi cocina es algo íntimo, es un proceso delicado e intenso, lleno de frustración pero a la vez de grandes satisfacciones. Una montaña rusa de sensaciones, subidas y bajadas. Necesito estar solo conmigo mismo para no perderme - 

- Entonces... no entiendo - 

Y aquí está la pregunta que esperaba... yo tampoco lo entiendo... pero es lo que hay. Es lo que siento ahora mismo, el camino que debo seguir para encontrar mi inspiración.

- ¿No entiendes el qué? - pregunto para ganar tiempo, sabiendo de antemano a qué se refiere con su pregunta.

- No entiendo por qué quieres que yo pruebe tus comidas. Es decir, si para ti es algo tan íntimo... ¿no voy a ser un entrometido? No quisiera molestarte ni ser invasivo, de verdad. Ya bastante has hecho cediéndome tu casa, no tienes por qué darme de comer ni ser tan amable. Ya has sido un buen jefe dándome un techo donde vivir - dice bajando la mirada, preocupado por su posición en estas cocinas. 

SABOR - 맛이 나다   **Jikook / Taejin / Kookmin / Jintae Fiction**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora