𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 29

9.8K 388 126
                                    

Narra Amber:

Que esté tardando tanto en responder algo en lo que yo no hubiese dudado me quema el alma, por eso mi llanto aumenta.

- Yo...claro que quiero estar contigo, es que no tienes ni que preguntármelo- Dice indignado.

- Para no tener que preguntártelo has dudado, y tú eres el que menos te tienes que poner a la defensiva, yo no te he dado ninguna razón para dudar.- Criticó.

- ¿Y yo sÍ?- Asiento segura.- ¿No confías en mi?- Pregunta.

- Si que lo hago, pero...- Interrumpe mi argumento.

- ¡Pero nada, si confías no puede haber ningún pero!- Exclama.- No podemos estar así Amber.

- Yo no soy la que me acerco a escasos centímetros de bocas ajenas, ¿Tú qué pensarías si le habló a centímetros a Pau?- Y he elegido a Pau porque es el que más inseguridad le produce, no me responde- ¿Sabes por qué te callas? Porque sabes a la perfección de que soy incapaz de hacer eso.

- Y te he pedido perdón por ello, ¿Qué más necesitas?- Me pregunta agarrándome de los hombros.

- Que me demuestres las cosas con actos, porque las palabras se las lleva el viento- Soy tajante con él.- Si no puedes hacer algo tan simple como eso, no vamos a llegar a nada- Le llegan como puñales esas palabras, porque de sus ojos comienza desbordar lágrimas.

- ¿Lo das todo por perdido?- No respondo.- ¿De qué nos sirve entonces estar remando contra corriente si bajamos los brazos a espera de que nos arrastre?- Pregunta.

-Se trata de remar los dos, no solo yo Pedri- Asiente.

- Entonces se acabó de remar, la corriente nos ha llevado- Me suelta y se va a la puerta.- Se libre Amber y feliz- Y se va cerrando la puerta de un portazo.

Me arrodillo en el suelo,¿Tan efímera ha sido nuestra relación?, ¿Aquí se acaba todo?, ¿Nuestra historia ha llegado a su final tan rápido?.

Siento un extraño dolor en mi pecho, están estrujando mi corazón con fuerza, me falta la respiración, apenas puedo sollozar de lo que arde mi garganta y tampoco puedo controlar el mar de lágrimas que brotan desmesuradamente de mis ojos.

Me acaba de dejar, quizás he sido demasiada dura con él, pero mis razones tengo.

Todo fue tan bonito en la Eurocopa, me hizo sentir única como una niña pequeña a la que se le movía todo cuando me sonreía, las mini vacaciones en Tegueste donde tanto disfrutas y nos conocimos en profundidad en todos los aspectos, el día que nos dijimos ese especial "te amo", sus abrazos, esos labios, mi droga cuando los beso, sus palabras que encajan perfectamente siendo música para mis oídos, acabo de perder todo por ¿celos?.

De hecho yo no lo llamaría así, me importa bien poco las amigas que pueda tener, lo que no puedo dejar pasar es que ignore mis sentimientos porque yo nunca haría algo que le pudiese hacer daño a él.

Me castigo mentalmente, es algo que nunca podré cambiar, mi mente siempre ha sido más fuerte que yo, y más cuando todo el mundo espera por tu parte la perfección y nunca consigues llegar a ella por el mero hecho de que no existe.

Me arrepiento de haber venido a Tokio, por aceptar este trabajo he perdido una de las personas que más amo y para poner la guinda al pastel tendré que verle todos los días, y no solo a él sino también a Marina quien en un par de día emprenderá camino a España.

Pensábamos que éramos fuertes, pero en tan solo dos días nuestros planes de futuro y sueños se han venido abajo.

Abren la puerta, no veo muy bien pero se que es una silueta femenina, cuando inhalo el dulce olor que emana se que se trata de mi mejor amiga quien se tira al suelo para acogerme en sus brazos.

𝐋𝐈𝐌𝐄𝐑𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀 // 𝐏𝐄𝐃𝐑𝐈 𝐆𝐎𝐍𝐙𝐀𝐋𝐄𝐙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora